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OPINIÓN - VIERNES, 7 DE SEPTIEMBRE DE 2012

 
OPINIÓN / ANALISIS

Incompatible e ilegal

Por Juan Merino


El presidente de la Asociación Deportiva Ceuta ha comparecido en rueda de prensa para exponer un hecho gravísimo: la incompatibilidad del presidente de la Federación de Fútbol de Ceuta que ha utilizado su cargo para lucrarse a través de su agencia de viajes con la exclusividad de sus operaciones mercantiles a base de dinero público.

La contraprestación económica que Viajes Trujillo de la que García Gaona es socio y administrador con la Federación de Fútbol, sitúan a éste en un claro “fuera de juego” a efectos legales. Y además, su condición federativa de máximo dirigente, condiciona igualmente la vinculación mercantil con otros clubes federados, obteniendo beneficios empresariales e infringiendo la normativa establecida al efecto (“no podrán ocupar el puesto de presidente de la FFE (…) aquellas personas que directamente obtengan benef icios como consecuenc ia de actividades económicas relacionadas con el fútbol”). Una cuestión obviada por el Instituto Ceutí de Deportes que debería haber intervenido y por la propia Ciudad Autónoma de Ceuta, a la hora de otorgar dinero público en la subvención que concede a la Federación de Fútbol. Un comportamiento que pudiera generar responsabilidades por omisión de actuaciones legales que no se han emprendido, ya que desde el 2009 se viene tolerando una irregularidad manifiesta que pudiera traer consecuencia a los funcionarios que suscriben documentos que podrían entrañar responsabilidades subsidiarias.

José Antonio Muñoz ha puesto sobre la mesa un tema escandaloso y grave, desde el punto de vista de la tolerancia que el discurrir de los años, han demostrado. ¿Cómo se puede tolerar que presida una Federación un señor que se lucra directamente en su empresa privada? ¿Cómo se puede vulnerar la legislación y cambiar los Estatutos en beneficio propio sin que la Ciudad Autónoma ponga el más mínimo inconveniente? ¿Cómo se puede amparar desde la institución pública un dislate de estas características?

La desfachatez de García Gaona de rectificar el párrafo que le hacía incompatible para soslayar su propia descalificación, ha sido un artilugio tan fraudulento e ilegal como vergonzoso. Y más aún, sin que nadie en la Ciudad Autónoma ni en la oposición política de la Asamblea se soliviante ante tamaña vulneración legal. Se ha subvencionado al organismo federativo para que García Gaona siguiera nutriendo su capítulo de beneficios empresariales en Viajes Trujillo.

García Gaona ha sido tan falto de escrúpulos que ha hecho bueno el comentario que se hacía cuando accedió a la presidencia: “Quiere ser presidente para cobrarse todo lo que le debe la Federación de Fútbol en viajes”. Y su conducta lo ha demostrado logrando facturaciones millonarias. Y curiosamente, la misma incompatibilidad que le hizo inviable su acceso a la Consejería de Turismo que parecía tenerle reservada Juan Vivas, no lo es para seguir “chupando” a través de la Federación de Fútbol del dinero público.

En cuanto a los asientos contables presentados por José Antonio Muñoz por los cargos pasados por la Agencia Trujillo a la Asociación Deportiva Ceuta en materia de viajes es escandaloso. No se entiende tantos dispendio económico y, muchos menos, que García Gaona aglutine la exclusiva de los viajes institucionales y que, encima, reciba la Federación una subvención generosa de la Ciudad para que la gestione el mismo empresario que recibe dinero público a espuertas.

Antonio García Gaona y Viajes Trujillo, su empresa, se han constituido en uno de los proveedores preferenciales de la Ciudad. Por algo será.

La Ciudad Autónoma de Ceuta ha de exigir responsabilidades y no mirar para otro lado en este escabroso asunto donde el dinero público surge con generosidad y, a lo que parece, sin control, sobre la legalidad del destinatario para gestionarlo, con la ilegalidad como soporte a una conducta deleznable y bochornosa.

Es una auténtica vergüenza que se solapen estas situaciones y que el silencio se convierta en el mejor cómplice de un despropósito que merece llegar a los Tribunales para depurar todas las responsabilidades: políticas, personales, funcionariales y federativas. No es lógico que esta “bomba” económica caiga en saco roto y, mucho menos, que el silencio sirva para diluir como un azucarillo una conducta tan denigrante y falta de ética como la de Antonio García Gaona. Y todo, al amparo de quien debería convertirse en el garante de la legalidad: la Ciudad Autónoma de Ceuta.
 

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