Las propuestas del Ministerio de Educación recogidas en el
anteproyecto de Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad
Educativa están suscitando discrepancias desde que se dieron
a conocer por parte del Gobierno. El Ministerio sostiene que
se recogen los puntos débiles del sistema educativo, sin
embargo las medidas planteadas en el documento, junto con
los recortes educativos que ya se están aplicando, no van a
mejorar la calidad del sistema educativo, aunque lo indique
así el nombre de la ley que promueve el Ministerio de
Educación.
Entre las pretensiones del Gobierno se encuentra el reducir
el abandono educativo, elevar el número de alumnos
excelentes, mejorar los resultados de informes
internacionales, y elevar la tasa de empleabilidad. No
obstante las medidas que se pretenden suponen obstáculos
complicados de librar para el acceso del alumnado a una
educación pública y de calidad.
A continuación comentamos algunos apartados clave del
documento:
Itinerarios de la ESO
Si se adelanta al tercer curso de la ESO la configuración de
Itinerario puede instaurar la segregación temprana del
alumnado, marginando y expulsando Itinerarios en la ESO.
La Constitución Española señala que la enseñanza básica es
obligatoria hasta los 16 años. Excluir antes de esa edad a
determinados alumnos de los conocimientos básicos,
obligatorios y comunes a todos atenta contra ese principio
constitucional.
Además, estos itinerarios suponen la separación del alumnado
según sus capacidades a los 14 años de edad: a los
supuestamente más capaces los centros educativos les guiarán
hacia el Bachillerato, y a los menos capaces hacia una FP
devaluada. Por lo tanto, es una regresión para nuestro
sistema educativo y la vuelta a modelos anteriores.
El estudio de la OCDE “Equidad y calidad de la educación.
Apoyo a estudiantes y escuelas en desventaja” dice
textualmente que “la selección temprana de estudiantes
ejerce un efecto negativo en los alumnos asignados a niveles
más bajos y aumenta las desigualdades sin elevar el
desempeño promedio”, y aboga por “reforzar una escolaridad
más completa”. Justo lo contrario de lo que va a hacer el
Gobierno.
Ante el argumento de que hay países de éxito que segregan a
los 14 años, igualmente hay otros países con buen
rendimiento académico que mantienen el tronco común hasta
los 16 (Finlandia, Canadá o Suecia están entre ellos).
Cuando se segrega más tempranamente, los resultados son
menos igualitarios.
Programa de Cualificación Profesional Inicial
Lo saludable es que un alumno se pueda incorporar a estos
programas sólo tras haber agotado el sistema educativo todas
las medidas de atención a la diversidad. En este sentido hay
que alertar también acerca de la excesiva implantación de
los PCPI en institutos, lo que podría conducir a convertir a
muchos de estos centros públicos en guetos para alumnos con
bajo nivel académico.
Autonomía de centros
Es de recibo defender una autonomía organizativa, pedagógica
y de gestión económica de los centros que permita tanto el
desarrollo de proyectos educativos como la organización de
la atención a la diversidad del alumnado, la elaboración de
planes de convivencia, etc.
Sin embargo, la autonomía de los centros debe tener un
límite infranqueable que las Administraciones educativas
deben garantizar: la autonomía curricular. Por ello han
surgido oposiciones a que se conceda una mayor autonomía
curricular a los centros, pues ésta puede convertirse en un
instrumento capaz de modificar la oferta educativa, dando
lugar a centros de “especialización curricular” y a la
selección de los alumnos por el currículo.
Evaluaciones externas
Las reválidas al final de cada etapa educativa no reflejan
el esfuerzo realizado por el alumno a lo largo de los cursos
y pone fin al concepto de evaluación continua. Es probable
que traigan como consecuencia el aumento de las
repeticiones, y al respecto la propia OCDE considera que la
repetición “es costosa y no mejora los resultados
educativos”. España es uno de los países con la tasa más
alta de repetidores, pues el 35% de los alumnos de 15 años
ha repetido.
Quizás se debieran implantar programas de atención a la
diversidad que aborden, cuanto antes, los problemas de
aprendizaje de los alumnos.
La reválida al final de la ESO ocasionará un aumento de la
tasa de abandono escolar temprano una vez finalizada la
enseñanza obligatoria, puesto que quienes no la superen no
podrán seguir estudiando ni FP ni Bachillerato. Y esta
medida va en contra de los objetivos fijados por la Unión
Europea para el año 2020 de reducir hasta el 10% la tasa de
abandono escolar temprano. Hay que recordar que España se
sitúa en el vigesimoquinto puesto en abandono escolar,
seguida únicamente por Portugal y Malta.
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