Los hechos ocurridos el pasado fin de semana son muy graves
para Basilio Fernández, ya que no se explica que se cobre la
mitad de lo que le cuesta a un residente en Ceuta con el
billete subvencionado al 50% a un ciudadano marroquí. Un
hecho que supone una mofa al Gobierno que subvenciona con
muchísimos millones de euros una línea considerada de
interés público.
El conflicto originado el pasado fin de semana en materia de
tráfico marítimo entre Ceuta y Algeciras y los precios a los
que Baleària vendió los billetes en nuestra ciudad y en
Marruecos, aún colea. La situación da para hablar mucho y ha
sido el propio presidente del Consejo Económico y Social
quien estima que “los residentes en Ceuta podrían tener
billetes más baratos al precio que la mencionada naviera ha
venido en Marruecos”. Un hecho qued no pasa desapercibido a
este organismo consultivo que, a lo largo de su trayectoria,
ha ido emitiendo dictámenes sobre cómo actuar en esta
polémica.
Incluso se creó una Comisión Especial para el tema del
transporte marítimo y, curiosamente, no se le ha pedido
opinión, a la hora de confeccionar el contrato de interés
público con Baleària, con cuya compañía, en opinión de
Basilio Fernández, el Gobierno debería haber fijado un
precio mínimo y establecido unas condiciones sobre tipo de
buque, número de rotaciones y otros pormenores, que
delimitaran cualquier abuso a los intereses de los ceutíes.
Los hechos ocurridos el pasado fin de semana son muy graves
para Basilio Fernández, ya que no se explica que se cobre la
mitad de lo que le cuesta a un residente en Ceuta con el
billete subvencionado al 50% a un ciudadano marroquí. Un
hecho que supone una mofa al Gobierno que subvenciona con
muchísimos millones de euros una línea considerada de
interés público, y en realidad está pagando un sobreprecio
por unos billetes que, a la vista de los hechos, se pueden
cobrar muchísimo más baratos.
“Aquí algo está fallando –dice Basilio Fernández-, o le
están tomando el pelo a los ceutíes y al Gobierno durante
muchos años o alguien tendrá que explicar esta situación
sobre la que no he escuchado a nadie pronunciarse”. El
presidente del CES dice que “el precio del billete de barco
para los ceutíes podría ser el que vendió Baleària en
Marruecos”. Y además, sin subvención alguna, habría que
añadir.
La reunión del delegado del Gobierno con Baleària debería
tener consecuencias de cara al futuro para Basilio
Fernández, ya que se está hablando de muchísimo dinero en
subvenciones y se está subvencionando algo que no es real,
ya que el billete habría de salirnos al precio de
Marruecos”.
Para el presidente del CES “esta situación no se habría
producido si el Gobierno, al igual que hace con las
compañías eléctricas, los transportes ferroviarios, de
autobús, los taxis y el combustible, estuviera reglado”. Al
no hacerse, se da lugar a estos excesos que él no califica
de “estafa” propiamente dicha pero sí constituye un abuso
intolerable en el que ha de intervenir el Gobierno por el
desembolso millonario que hace, “con la que está cayendo” en
época de crisis económica.
Un despropósito tal que conlleva responsabilidades y que
resulta obligado –considera Basilio Fernández-, que el
Gobierno profundice en investigar qué ha sucedido al
burlarse Baleària de la confianza del Ejecutivo de la nación
que subvenciona a sobreprecio unos billetes de residentes
como se ha demostrado, tras los precios aplicados en
Marruecos para la misma travesía marítima.
Para Basilio Fernández “no se puede permitir” esta situación
de billetes a bajo coste para marroquíes y al doble para
residentes en Ceuta en el mismo trayecto. Supone una
traición a los intereses de Ceuta y una mofa mayúscula al
Gobierno de España.
El presidente del CES dice que hay documentación suficiente
de este organismo consultivo para afrontar esta
problemática: frecuencia de las rotaciones, precios del
billete, organización del tráfico portuario y otros detalles
que habría de tejerse en cuenta a la hora de confeccionar el
contrato de interés público con la naviera.
Para el CES el Estado ha de regular de alguna manera esta
situación para impedir la competencia sin que se ordene el
tráfico portuario, cuestión que se impediría, si el embarque
se hiciera atendiendo al billete y no permitir el acceso a
quien tuviera su pasaje para otra hora a no ser que hubiera
plazas libres.
Hay que impedir, según el CES que una naviera actúe de
manera arbitraria en la frecuencia de las rotaciones y el
tipo de barco empleado o suspendiendo viajes con cualquier
excusa y sin previo aviso. “Alguien no acaba de entender que
éste es un servicio esencial para los ceutíes”, apostilla
Basilio Fernández.
Un conflicto que parece no tener fin y sobre el que se ha
pronunciado una voz autorizada desde un organismo consultivo
que conoce bien el tema y se ha prodigado en numerosos
informes y dictámenes.
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