No cabía otra: El delegado del Gobierno, tal y como
prometió, ha intervenido de manera personal en mostrar su
malestar a los responsables de la compañía Balearia por las
ofertas que ha realizado en Marruecos para el trayecto
Ceuta-Algeciras a precios mucho más baratos que los que
aplica en nuestra ciudad. Una cuestión que denota dos
circunstancias: un desprecio solemne a los ceutíes por la
forma de gravar sus economías y por otro lado, el ejercicio
de responsabilidad política del delegado del Gobierno en
defensa de estos mismos ciudadanos. Al reconvenir a
Balearia, Francisco Antonio González pone de manifiesto que
los ceutíes no somos ciudadanos de segunda y que, desde el
Gobierno de la nación, este tipo de prácticas mas propias de
pícaros que de empresas serias, no son el mejor exponente
para una línea declarada de interés público.
Los ceutíes que, a través de los tiempos venimos soportando
de manera estoica, fluctuaciones siempre al alza en los
precios de las navieras, sólo nos faltaba un hecho de estas
características para darnos de bruces con una conducta que
ha sido recriminada por el delegado del Gobierno que bien
merecía la amonestación, la recriminación y el reproche.
González Pérez ha trasladado –haciéndose portavoz del sentir
de los ceutíes-, el malestar de nuestra población por lo que
consideran una verdadera “tomadura de pelo” y a buen seguro
que el delegado ha dicho mucho más de lo que trasciende en
la nota de prensa. Conociendo a Paco Antonio, no es persona
que no dé la cara o rehúya las situaciones críticas. Por
ello, tenemos la sensación que hubo palabras en este
encuentro mucho más fuertes que las que se han dejado
transmitir en el comunicado.
De momento, el delegado ha establecido el marco ético en el
que ha de moverse Balearia que ha puesto un borrón en su
conducta con las ofertas en Marruecos para el trayecto
Ceuta-Algeciras. Un planteamiento que afecta a los intereses
de los ceutíes y, por ende al denominado “interés general”
de una población que, como tantas veces se ha dicho, cuenta
con esta única “autopista” para cruzar el estrecho.Hacía
falta una intervención inmediata y firme como éstas de
González Pérez, para no sentirnos desamparados ante las
tropelías. Se imponía una actuación política decidida para
hacer valer los derechos de los “caballas” y defender su
legítima opción a poder aspirar a ofertas ventajosas para su
economía.
González Pérez ha sido considerado en numerosas ocasiones
uno de los políticos más válidos del Partido Popular de
Ceuta y desde que llegó a la Delegación, ha mostrado sin
dobleces su compromiso con la ciudadanía y la defensa de los
intereses locales. Hasta ahora, su comportamiento está dando
la talla y, conociendo su carácter, no se va arredrar ante
situaciones como la que hemos vivido porque no es un
político temeroso y su carácter no va con la cobardía.
En cualquier caso, la auténtica dimensión que esta
intervención ha tenido hemos de valorarla en su justa medida
a la vista de los resultados que se deriven de la misma. En
principio, la actuación no merece mas que aplauso. Deseamos
que no se vuelva a repetir aunque tampoco dudamos que
González Pérez habrá establecido las reglas del juego de
cara a un futuro inmediato.
Los “desajustes” de Balaeria no puede recaer sobre los
ceutíes y, mucho menos, sus ofertas ventajosas y poco éticas
para atraer clientela a base de fastidiar a los ceutíes. De
manera que, quien ha organizado este revuelo con el bajo
coste sus billetes vendidos en Marruecos(Balearia) no puede
quejarse ni alarmarse del flujo de pasajeros y vehículos
provenientes del vecino país que colapsaron el puerto ceutí.
Quien echa gasolina para apagar un incendio no se puede
lamentar del bosque incendiado cuando es el único culpable.
Por todo ello, más ética para Balearía y más control por
parte de las autoridades a los excesos y planteamientos
comerciales negativos para el pueblo de Ceuta.
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