No sé si son ya dos o tres
jornadas las que se han jugado de la liga de fútbol
española. Aunque usted, estimado lector, si es futbolero lo
sabrá mejor que yo, porque este año ha comenzando con una
gran intensidad, al haberse ofrecido ya no sólo el plato
fuerte de la supercopa entre el Barça y el Real Madrid,
porque se están retransmitiendo partidos casi todos los días
de la semana, para que los muchos millones de seguidores del
juego de pelotas no se aburran, hasta el punto, que observé
en un reportaje televisivo, a varios jóvenes aficionados
presenciando un partido en un campo de primera vistiendo
pijamas y otras prendas similares.
Creo que no por casualidad irrumpen los partidos en nosotros
a través de la caja tonta y desde otros medios con tanta
frecuencia. Porque los poderes ponen a funcionar sus
ingenios con objeto de distraer a las masas, para que no se
percaten de lo que les azota. Haciendo lo propio con las
féminas desde buena mañana y hasta bien entrada la madrugada
a través de programas rosas o basuras, con objeto de
tenerlas pilladas, como por ejemplo si determinados
personajillos televisivos se separan. O si menganito se ha
tirado o viceversa a la fulanita de turno.
Estimado lector, si he titulado y comenzado esta tribuna
así, es porque me hierven las canaletas de los sentidos, ya
que distraer a las masas es un gran arte de las determinadas
siglas políticas. Porque la cuestión para sus fines e
intereses políticos y otros, es que el pueblo se alimente y
nutra de esa cultura que ellos distribuyen, para que ni
pestañee consumiéndola, para ellos pacer a sus libres
albedríos.
Por consiguiente, esa es la cultura que han fomentado los
anteriores gobiernos estatales españoles, y el actual de
Mariano Rajoy de PP camina por el mismo sendero o peor,
porque a él no le interesa lo más mínimo que se sepa, qué es
lo que se está maquinando para enriquecer en los próximos
meses aún más al capitalismo, a costa de hipotecar al pueblo
español estrangulándolo.
Siendo lamentable y vergonzoso el fraude electoral que ha
llevado a cabo este señor, con todos los que le votaron en
las urnas, porque prometió en su programa electoral
determinados objetivos, pero nada más ser nombrado
presidente del Gobierno español, cambió radicalmente el lema
de sus discursos.
Como presuntamente han hecho también muchos altos cargos de
la Junta de Andalucía, que están acudiendo a declarar a la
comisión de investigación sobre los pestilentes ERE. Siendo
todo ese desfile de mandatarios político andaluces duchados,
trajeados y perfumados, un esperpento teatro de la comedia
política andaluza. Porque ocurrirá más de lo mismo que en
otras comisiones llevadas a cabo en España, ya que al ser
jueces y partes al pertenecer a las mismas formaciones
políticas, tan sólo es posible que sirva esa comisión de
investigación de los ERE, para que nos tomen el pelo a los
ciudadanos y para que sus señorías se lleven muchos euros de
dietas.
Cuando por el contrario la sociedad demanda dignidad y
vergüenza en la política nacional y andaluza. Y que aparezca
todo el presunto dinero que han mangado no sólo en los ERE,
sino el que se llevaron presuntamente también los malayos,
los del caso Palma Arena, así como, los del caso Nóos. etc.
Porque ciertos nobles y menos nobles de los poderes
establecidos, amparado en el cargo que ostentan o se han
atribuido, se lo han llevado presuntamente a espuertas.
Cuando lo más coherente y razonable hubiera sido que se
hubieran conformados con los privilegios que disfrutaban.
Pero al ir a saco esa presunta gentuza choriza, si no se va
a por ellos con arreglo a las leyes, acabarán con nosotros
sin ningún escrúpulo.
Porque mientras el pueblo agoniza de hambre, un número de la
clase política, sus familiares y palmeros de todas las
profesiones y oficios afines, ni por asomo les ha afectado
esta terrorífica crisis económica, porque han condimentado
un estado de derecho, constitucional y democrático de
presunta naturaleza corrupta, siendo la causa para que la
política sea uno de los principales asuntos que le preocupa
a la población.
Por lo tanto, al iniciarse el nuevo curso político casi a la
par que la liga de fútbol, deberían aprobar sus señorías del
Congreso de los Diputados por vía de urgencias una
asignatura para los políticos. Debiendo ser el primer tema a
aprender de la misma la dignidad, la ética y la vergüenza
por el bien de ellos y el de su España, porque tras la
dictadura de Franco ansiaban la libertad y la democracia al
precio que fuere, convirtiendo en pocos años a esta nación
de naciones y regiones en presuntas parcelas libertinas.
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