Un agente destinado en la Comandancia de la Guardia Civil de
Ceuta falleció ayer como consecuencia de un disparo en la
cabeza con su propia arma reglamentaria.
El hombre, de 45 años de edad, podría haberse disparado a sí
mismo, después de haber mantenido una conversación con su
pareja, que reside en Valencia. El agente estaba destinado
en Ceuta.
Fue la propia pareja del guardia civil la que alertó de que
el funcionario podría atentar contra su propia vida, después
de hablar con él.
Es habitual que agentes que tienen a sus familias en la
península se pongan de acuerdo con otros compañeros para
compartir piso, de forma que se reducen gastos comunes. Así,
una vez recibida la llamada de advertencia por parte de la
pareja del agente fallecido, agentes de la Comandancia de la
Guardia Civil contactaron con un compañero de piso del
hombre, con el que entraron en la casa y comprobaron que,
desgraciadamente, el desenlace había sido fatal.
El disparo mortal se produjo en el domicilio que compartían
los compañeros de la Guardia Civil en la avenida Virgen de
África, aunque inicialmente algunas fuentes no bien
informadas localizaron el lugar de la muerte en la barriada
de Zurrón, si bien no fue así. En todo caso, se avisó a los
servicios forenses y al juez de guardia antes de
levantamiento del cadáver.
En principio, fuentes de la Comandancia de la Guardia Civil
descartaron que se hubiera producido la muerte del agente
por causas distintas a su propia voluntad, aunque como es
evidente el instituto armado llevará la investigación del
caso hasta los últimos extremos, en aras de la verdad.
El suceso ha causado una gran consternación en la
Comandancia de la Guardia Civil de Ceuta, donde el agente
era muy apreciado por sus compañeros, por lo que el
desgraciado suceso ha suscitado un enorme pesar.
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