Tienen los sindicatos de la
Policía Local fuerza moral para arremeter contra el
Gobierno? No la tienen. Y esa postura reivindicativa,
insolidaria con el resto de los funcionarios en particular y
con la totalidad de la ciudadanía en general, no es más que
un pulso, algo chulesco, que tendrá su respuesta en el
baremo de la impopularidad y del rechazo ciudadano.
Pero lo más curioso es que también “pilla estopa” Angel
Gómez ¿Y no son esos mismos sindicalistas quienes clamaban
por su advenimiento, hartos y ofuscados por la disciplina
espartana impuesta por el jefe Sorroche? ¿No eran ellos
quienes pinchaban en el Gobierno por desfenestrar al
cáustico y cuadriculado Sorroche y apostaban por el tono
populista de Angel Gómez? ¡Pues ahora que se coman a Angel
Gómez y si se les indigesta que se alarguen a un chino y le
pidan su miajita de salsa agridulce para darle un sabor más
exótico y un calimocho para que pase mejor! ¿Creen los
sindicatos que pueden estar revoloteando cómo los vencejos?
Y menos aún en un cuerpo privilegiado y que siempre ha
contado con el afecto incondicional y acérrimo de la
ciudadanía cómo es la Policía Local. ¿Y tanta polémica y
tanto desafuero por dos horas miserables cuando hay cinco
millones largos de criaturas que daban un brazo y la mitad
del otro por tener esos puestos, esas ventajas y esos
sueldos fijos?
En este supuesto el show sindicalista se vuelve cruel para
con quien, o nada tienen o lo han perdido todo. 1Y encima
hay que tragar que Angel Gómez hace política! ¿Pero qué
política va a hacer? ¿O se están refiriendo a su reunión en
la cumbre llevada a cabo en un perfecto inglés con el
representante de Interior de Angela Merkel? Angel-Angela, se
deben llevar bien y tener cierto feeling al ser tocayos. De
hecho si las paridas volaran ya no hacía falta que llegaran
los del cathelicopter porque con montarnos cada viajero en
una parida de los sindicatos pasábamos el Estrecho gratis.
Lógico que tenga que comparecer el pitagorín Guillermo para
calmar el cotarro y templar los ánimos ficticiamente
caldeados. Eso sí, me gustaría saber con certeza a quién o
quienes representan esos sindicatos y si su número de
afiliados al día en el pago de las cuotas les legitimiza por
el número para sentarse a declamar desde su cómoda posición
para escarnio de quienes darían media vida por estar donde
ellos están. Sindicatos: nada de vueltas de tuerca y los
experimentos, con gaseosa.
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