La obligatoriedad de usar bozal, que se instauró después del
caso de rabia que se detectó en la ciudad, ha hecho a los
dueños de las mascotas acudir en masa a las tiendas a por
unos productos que la mayoría son reacios a usar. Sin
embargo, nadie quiere correr el riesgo de tener que pagar
una multa de 300 euros y por ello la mayoría ha optado por
cumplir con la exigencia del bozal durante los próximos seis
meses.
La demanda de estos productos ha dejado a muchas tiendas de
la ciudad sin existencias como el caso de ‘Hobby Fauna’.
Sonia reconoce que después de que se decretara que era
obligatorio usar bozal, la tienda se quedó “rápido sin
existencias” y hasta la próxima semana no van a recibir
nada, ya que los productos llegan desde la península.
El tamaño que más pide la gente es el pequeño, según
explican en ‘Hobby Fauna’. “Los perros grandes suelen tener
bozales, pero verlo en uno pequeño es una excepción”, aclara
trabajadora que en su tienda ha optado por adherirse a la
campaña de recogida de firmas de la Protectora de Animales
para suspender la obligatoriedad del bozal.
En Reinoso también han tenido más problemas con las tallas
pequeñas. No obstante, las dos tiendas de esta empresa, en
la Calle Camoens y en Maestranza, cuentan con existencias
suficientes, según explica su propietario, José Antonio.
“Nadie estaba preparado para esta demanda”, manifiesta.
Reinoso cuenta con bozales de todos los tamaños y los
precios de los más comunes oscilan entre los 3,5 y los 5
euros, según explica el propietario de estas tiendas.
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