El pasado mes de junio y ante las demandas de los
comerciantes de la ciudad, la Policía Nacional puso en
marcha la ‘Operación Radar’ para vigilar las calles más
céntricas y disuadir a los posibles ladrones. El CNP
desplegó un operativo especial desarrollado por la Brigada
de Seguridad Ciudadana y que cubre el Paseo del Revellín, la
calle Real, la calle Cervantes y las zonas de aparcamiento.
Días después, los comerciantes aplaudían esta iniciativa que
se notaba en las calles, ya que los agentes comenzaron a
pedir información a los viandantes sospechosos. El objetivo
de este dispositivo era disuadir a los posibles ladrones y
evitar los hurtos, ya que después poco se puede hacer y así
lo explicaban desde el Centro Comercial Abierto.
Incluir los sábados
La mayoría de las personas que roban en las tiendas de la
ciudad no tienen papeles o sustraen productos por un valor
menor, por lo que no se llega a considerar delito. Por esta
razón, la medida más efectiva para los comerciantes es tener
las calles vigiladas e impedir directamente que los posibles
ladrones ronden las tiendas.
Sin embargo, los fines de semana la vigilancia policial
disminuye y los comerciantes ya han solicitado que el
operativo se mantenga también los sábados y los domingos que
las tiendas abren sus puertas. Durante el fin de semana se
incrementan los robos y los hurtos y son los empresarios los
que tienen que salir corriendo tras los ‘cacos’. Por ello,
solicitan que la vigilancia se aumente y se convierta en
permanente toda la semana.
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