La consejera de Bienestar Social y Sanidad, María Antonia
Garbín, explicó que el Plan de Inclusión Social no es algo
novedoso, al menos a nivel estatal o europeo, de ahí que
exista uno a nivel nacional que marca los objetivos a
cumplir por aquellos que elaboren la administración
autonómica como ocurre con el de Melilla, actualmente en
tramitación. Por ese motivo, el plan local se sustentará en
los cinco objetivos marcados por el Ejecutivo central:
fomentar y favorecer el acceso al empleo a las personas en
riesgo de exclusión social; garantizar los recursos
económicos mínimos a la unidad familiar; alcanzar una
educación con equidad para erradicar cuestiones como el
absentismo y el fracaso escolar; potenciar el apoyo a la
integración social de los inmigrantes; y garantizar la
atención a las personas en situación de dependencia. Estos
ejes marcan el diseño del Plan de Inclusión Social.
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