La creación de la Agencia europea
para la gestión de la cooperación operativa en las fronteras
exteriores (Frontex), en 2004 y, después operaciones por
ella coordinadas como ‘Hera’, desplegada en la ruta
migratoria que se abrió con los cayucos hacia Canarias, y
‘Minerva’, destinada a blindar la zona del Estrecho, han
logrado un freno significativo de la inmigración clandestina
en estos puntos fronterizos de la Unión. El SIVE (Sistema
Integrado de Vigilancia Exterior), que combina unidades
terrestres, marítimas y aéreas con de tecnología avanzada,
también ha contribuido a frenar este fenómeno. Lo cierto es
que las rutas se desplazan, como ocurre en el caso de las
islas italianas más próximas a Libia, Malta y Lampedusa, por
lo que es también fundamental la cooperación con los países
emisores de inmigración.
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