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sociedad - DOMINGO, 26 DE AGOSTO DE 2012


agentes de policía de distintos países. f. r.

REPORTAJE / Operación Minerva de la agencia europea Frontex
 

Policías sin fronteras
en los límites de la Unión

Trece agentes de siete nacionalidades,
incluidos los españoles, trabajan este verano de forma conjunta en Ceuta dentro de la Operación Minerva, implementada en 2006 y liderada por el Cuerpo Nacional de Policía
 

CEUTA
T. Crespo

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Los viajeros que embarcan en la Estación Marítima de Ceuta con destino a la península, pueden encontrarse, desde hace unos años, con la sorpresa de que en el control de documentación o en el de vehículos les respondan en su lengua, sea cual sea esta dentro de Europa e incluso fuera en el caso del árabe. Esta situación se da desde que en el año 2006 se pusiera en marcha la Operación Minerva, que supone un despliegue operativo conjunto de agentes de una veintena de países europeos, tanto comunitarios como extracomunitarios, y de estados “observadores” en el Estrecho. Ceuta es, por tanto, uno de los destinos de la operación, que este verano cuenta con cerca de veinte agentes de seis nacionalidades distintas, incluida la de los miembros del Cuerpo Nacional de Policía y Guardia Civil. Este año, en la Operación participan en concreto 59 expertos de 19 países.

Tal como explicó a EL PUEBLO la inspectora del CNP responsable del operativo, en esta ocasión cuenta con nueve policías extranjeros, procedentes de Francia, Holanda, Austria, Suiza, Rumanía y Portugal, todos ellos especialistas en extranjería y fronteras. Los dos agentes portugueses que se han desplazado a Ceuta son guías caninos de la Guardia Nacional Republicana, por lo que en lugar de en el control de documentación y equipajes, se encuentran destinados en el embarque de vehículos, donde trabajan junto a la Guardia Civil.

Inmigración ilegal

En su origen, el objetivo principal de la operación, desplegada por la Agencia europea para la gestión de la cooperación operativa en las fronteras exteriores (Frontex), fue la lucha contra la inmigración clandestina, que en esos momentos afectaba especialmente a Canarias, con la llegada continua de cayucos a sus costas, un fenómeno que en 2007 se había reducido ya en un 70%, según datos del Ministerio del Interior.

En 2012, el centro de coordinación de Minerva, con puestos en las estaciones marítimas de Tarifa, Ceuta y Algeciras, se encuentra ubicado en esta última ciudad. La operación está liderada por el Cuerpo Nacional de Policía, más específicamente por la Unidad Central de Fronteras de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras.

Además de por países de la Unión Europea, el operativo está conformado este año por cuatro observadores (en 2011 fueron dos), que son Ucrania, Albania, Georgia y Montenegro, “para el caso eventual de que ellos desplegaran operaciones similares”. Por ejemplo, Noruega aunque no forma parte de la UE sí participa porque está dentro del acuerdo Schengen, al igual que Suiza, país del cual hay un policía integrado el operativo de Ceuta. No forman parte de la ‘Minerva’ países como Polonia o Reino Unido.

Este operativo conjunto (bautizado con el nombre de la diosa romana de la sabiduría, las artes y las técnicas de la guerra, además de protectora de Roma) se despliega coincidiendo con otro importante operativo, la llamada Operación Paso del Estrecho (OPE), que se desarrolla cada año entre el 15 de junio y el 15 de septiembre. La ‘Minerva comienza el 13 de julio (casi con la fase de retorno, que se inicia el día 15) y finaliza poco antes de que la OPE se de por concluida, en concreto, el 5 de septiembre.

El idioma de este operativo del Frontex es el inglés y aunque algunos de los agentes que vienen destinados a Ceuta o a otros puertos españoles tienen algún conocimiento de castellano, no es un requisito, pues al no tener poderes ejecutivos, siempre están acompañados por policías nacionales.

Una colaboración “enriquecedora”

El intercambio de conocimientos y experiencia en la gestión de fronteras exteriores resulta, según explican algunos de los agentes extranjeros desplazados este año a la ciudad autónoma, de gran interés desde el punto de vista profesional. “Lo más interesante es ver cómo se trabaja en otros lugares; básicamente es igual, pero siempre hay diferentes matices muy enriquecedores”, señala uno de ellos, Maurice, de Holanda Por su parte, uno de los agentes franceses, Nabil, que por su origen familiar domina el árabe y, por lo tanto, resulta muy útil en el caso de la frontera ceutí, destaca que la experiencia es “muy buena”, y que resulta especialmente interesante el hecho de que se tocan “varios palos, desde la inmigración ilegal a los documentos falsos...; un poco de todo”, concluye.

La colega española que le hace de traductora de Nabil afirma asimismo que es una colaboración muy enriquecedora “no sólo porque trabajas con policías de otros países, sino porque siempre se aprenden cosas nuevas”, describe. Al igual que esta agente del CNP, la jefa del operativo destaca el “excelente ambiente” que se ha creado entre todos los miembros del equipo, que favorece, afirman, la buena marcha de la Operación Minerva.
 


Origen de la Agencia de Cooperación en Fronteras Exteriores (Frontex)

El fomento de la libre circulación de personas ha sido un objetivo importante de la integración europea desde la década de 1950. La libre circulación de mercancías, personas, servicios y capitales se identificaron como fundamentos de la Comunidad en el Tratado de Roma (1957).

En la década de 1980 cinco Estados miembros (Bélgica, Francia, Alemania, Luxemburgo y los Países Bajos) decidieron crear un territorio sin fronteras interiores. Los primeros acuerdos se firmaron en un pequeño pueblo luxemburgués llamado Schengen, de ahí el nombre de “espacio Schengen” -un territorio en el que está garantizada la libre circulación de personas-. El acuerdo original fue complementado en 1990 por una convención.

Cuando esta convención entró en vigor, en 1995, abolió los controles en las fronteras interiores y creó una frontera exterior única. Sea cual fuere su ubicación, los funcionarios que trabajan en las fronteras exteriores realizar inspecciones fronterizas de conformidad con procedimientos idénticos. Las reglas de visados y el derecho de asilo también son comunes para todos los países del espacio Schengen.

Con el fin de mantener un equilibrio entre la libertad y la seguridad, los Estados miembros participantes acordaron introducir las denominadas “medidas compensatorias”. Éstas se centran en la cooperación y la coordinación de la labor de la policía y las autoridades judiciales. “Las redes del crimen organizado no respetan fronteras, por lo que esta cooperación es clave para salvaguardar la seguridad interior”, explican en la web oficial de Frontex. En 1999, con la firma del Tratado de Amsterdam, esta cooperación intergubernamental se incorporó en el marco de la UE. Desde 1999 el Consejo Europeo de Justicia y Asuntos de Interior ha adoptado varias medidas para fortalecer la cooperación en el ámbito de la migración, el asilo y la seguridad. El 26 de octubre de 2004, la Agencia Europea para la Gestión de la Cooperación Operativa en las Fronteras Exteriores de los Estados miembros de la Unión Europea (Frontex) fue establecida por el Reglamento (CE ) 2007/2004.
 

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