I.- EFECTOS DE UNA EDUCACIÓN
MAL ORIENTADA
Nos educan para la ambición, no para la invención.
Quien todo lo ambiciona, todo lo envidia.
Nos instruyen para trepar, no para realizarse.
Quien todo lo irrealiza, todo lo deshumaniza.
Nos preparan para ser ricos, no para ser pobres.
Quien todo lo codicia, todo le parece poco.
Nos enseñan para ser cínicos, no para ser conciencia.
Quien todo lo transgrede, todo lo agrede.
Son los efectos de una educación mal orientada:
¡Quien todo lo confunde, todo lo desvirtúa!
II.- AFECTOS A UNA EDUCACIÓN BIEN ORIENTADA
Donde se impartió educación con el ejemplo,
no hizo falta otro predicamento.
A esto se llama predicar con el modelo.
Donde se repartió ternura con la acción,
no hizo falta otro ejercicio.
A esto se llama ejercitar con el amor.
Donde se compartió virtudes con afanes,
no hizo falta volver a empezar.
Debe ser fruto de la educación bien entendida.
III.- EFECTOS Y AFECTOS EDUCACIONALES
El afecto se gana día a día en este mundo de noches.
Tiene un efecto visible sobre tanta evidencia invisible.
El primer efecto de la vida es inspirar una vivencia,
se siente afecto por quien se ama de corazón.
Acusarse, y no acusar, demuestra que la educación
ha tenido sus efectos de no señalar a nadie,
y el afecto por los demás, como a uno mismo.
La educación comienza por uno y termina por uno.
¡No quiere multitudes! Quiere un buen ciudadano.
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