La Guardia Civil ha realizado seis intervenciones contra el
narcotráfico en los últimos 10 días. De ellas, cinco
tuvieron lugar en el puerto de la ciudad, en los rutinarios
controles de vehículos y pasajeros previos al embarque. El
aeropuerto también ha sido escenario de una de estas
incautaciones. En total, el Instituto Armado ha aprehendido
cerca de 76 kilos de droga gracias a estas seis actuaciones,
en las que ha detenido a siete personas, dos de ellas
menores de edad. Se trata de controles habituales que
realizan los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado para
impedir el tráfico de drogas.
Una de estas intervenciones, precisamente la de menor
cantidad de droga, fue especialmente destacada por la
Comandancia de la Guardia Civil de Melilla en su nota de
prensa por el sistema novedoso empleado por el traficante,
que había escondido 980 gramos de hachís en el interior de
un motor que llevaba como equipaje de mano en una mochila.
Según los datos aportados, esta actuación tuvo lugar el 16
de agosto en el Puerto, concretamente en el control de
pasajeros, cuando el vigilante del escáner observó “objetos
extraños” dentro de una mochila. En su interior había tres
paquetes de jabón con bellotas de hachís y la culata de un
motor, que también contenía bellotas. Es la primera vez que
la Guardia Civil detecta este modus operandi empleado por el
pasajero, un marroquí de 32 años, con residencia en Almería
e iniciales A.Q., que fue detenido.
Al igual que en este caso, el vigilante del escáner también
se percató de la presencia de droga el día anterior, el 15
de agosto, durante el embarque de la línea de Málaga, cuando
sospechó del calzado que había en el interior de dos maletas
portadas por dos menores de edad residentes en Melilla. En
cada uno de los zapatos que había en el interior había una
pastilla de polen de hachís, sumando un total de 3,7 kilos.
Los menores fueron detenidos y puestos a disposición del
Fiscal de Menores.
Dobles fondos
Las otras tres intervenciones que tuvieron lugar en el
Puerto coincidieron en el sistema de los dobles fondos en
vehículos, detectados por los perros del Servicio Cinológico
de la Guardia Civil en el Puerto.
La primera fue el 11 de agosto, en el registro de vehículos
previo al embarque de la línea de Almería, en el que un
Volkswagen Golf de matrícula francesa fue ‘cazado’ con 19,5
kilos de polen de hachís escondidos en el salpicadero. La
droga estaba distribuida en 125 paquetes de diferentes
formas y tamaños. Fue detenido el conductor del coche, un
marroquí de 53 años con residencia en Francia e iniciales
B.A.
Dos días más tarde, el 13 de agosto, la Guardia Civil
también detectó 27,4 kilos de polen de hachís que estaban
distribuidos en 59 paquetes escondidos en dos cajas
metálicas en el interior de las faldillas laterales de un
turismo Peugeot con matrícula nacional, ocupado sólo por su
conductor, un marroquí de 49 años, con domicilio en
Barcelona e iniciales H.B.
La última de las intervenciones tuvo lugar el día 16, en el
registro previo al embarque de la línea de Almería, donde la
benemérita encontró 22,9 kilos de resina de hachís que
estaban escondidos en el salpicadero de un turismo Opel con
matrícula nacional que pretendía viajar hacia Almería. Su
conductor, un marroquí de 39 años cuyo nombre corresponde a
las iniciales R.Z., podría tener la intención de transportar
la droga a Zaragoza, su lugar de residencia.
La semana pasada también tuvo como escenario de la lucha
contra el narcotráfico el aeropuerto, donde se dan pocos
casos de este tipo en comparación con el puerto. La Guardia
Civil detuvo en el control de seguridad a un joven español
de 20 años, residente en Melilla e iniciales N.A.P, con 1,8
kilos de hachís que llevaba en varios paquetes adosados al
cuerpo.
Esta actuación tuvo lugar el día 14, poco antes del despegue
del vuelo Melilla-Málaga que salía a las 19,10 horas, para
el que el detenido tenía billete. La Guardia Civil ha puesto
a disposición judicial a los siete detenidos como presuntos
autores de delitos contra la salud pública.
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