Las mujeres deben “cumplir con las tareas domésticas, cuidar
a los hijos y ayudar en los trabajos sociales”. Además,
tienen que ir “tapadas con el ‘hiyab’, un pañuelo largo”.
Las obligaciones de las mujeres y la educación de los hijos
centraron las dos ‘musalas’ que se celebraron ayer en Ceuta
con motivo del fin del Ramadán. Una fue en Loma Margarita y
acudieron entre 3.000 y 3.500 fieles. La otra fue junto a la
mezquita de Sidi Embarek y congregó a unos 500 musulmanes.
No faltó el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, acompañado
de varias consejeras, que felicitó a “nuestra querida
comunidad musulmana”.
Los musulmanes de Ceuta celebraron ayer el ‘Eid Al Fitr’, la
fiesta con la que culminan los treinta días de ayuno por el
Ramadán, y lo hicieron con dos ‘musalas’, una en la
explanada de Loma Colmenar, terreno cedido por Defensa, y
otra en junto a la mezquita de Sidi Embarek. Entre 3.000 y
3.500 personas, según los organizadores, acudieron a la
primera y medio millar, unos 300 según la Policía, a la
segunda. En ambas, los imanes dedicaron sus rezos a las
obligaciones de la mujer musulmana.
En Sidi Embarek, organizada por la nueva Asociación de la
mezquita en colaboración con la entidad benéfica ‘Luna
Blanca’, el imán Mohamed Zagloud dedicó una primera parte
del rezo a hablar de lo que conlleva la fiesta del Ramadán
-”la hermandad y cómo debe ser el auténtico musulmán”- y la
segunda parte de la oración a “cómo deben ser las mujeres”.
“Cómo tienen que vestir, ya que según dice el Corán deben ir
tapadas con el ‘hiyab’, un pañuelo largo, para que se le
difumine la forma y no se vea, ya que nosotros le tenemos
mucho respeto a la mujer”, explicó el imán, quien resaltó
también que hay hacer hincapié “en la educación de los
hijos”.
Jornada para perdonar
Las mujeres deben, además, “cumplir con las tareas
domésticas, cuidar a los hijos y ayudar en los trabajos
sociales”, según explicó en su discurso Mohamed el Harrak
-de la mezquita Masyd al Noor-, el imán que ofició el rezo
de la explanada de Loma Margarita, organizada por la UCIDCE
(Unión de Comunidades Islámicas de Ceuta), y según tradujo
el presidente de la entidad, Laarbi Mateis.
“Es un día para el perdón y para que Alá acepte la piedad de
todo el que haya ayunado con devoción y fe”, agregó Mateis,
quien resaltó estar “muy contento” más que por la cantidad
de gente, “por el calor y la acogida” con que se había
celebrado. Ambas ‘musalas’ se desarrollaron sin incidencias,
con la colaboración de la Policía Nacional, la UIR de la
Local, Protección Civil, la FPAV y Cruz Roja. Los cánticos y
alabanzas -”Dios es el único, no hay dios más que Alá”-
sirvieron para llamar al rezo, que comenzó con las lectura
de algunos versos del Corán y finalizó con el sermón de los
imanes. Además del rezo, es una jornada “de solidaridad” y
el cabeza de familia debe hacer una donación de, al menos
tres euros por cada miembro de su familia, a otra persona
más necesitada.
El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, acompañado de las
consejeras Yolanda Bel, Mabel Deu y Susana Román, visitó una
de ellas, la de la UCIDCE. “Hay que poner en evidencia que
la construcción de ese edificio tan importante que es la
convivencia la tenemos que hacer sobre los pilares del
respeto”, apuntó Vivas.
|