Millones de personas se ven afectadas cada año por desastres
naturales, conflictos armados y otras emergencias que ponen
en peligro su salud, y también su vida. Sólo en 2011, se
registraron un total de 302 desastres, que causaron la
muerte de 29.782 personas y dejaron tras de sí a 206
millones de personas afectadas, según el Centro de
Investigación Epidemiológica de Desastres (CRED).
El Día de la Asistencia Humanitaria, que se celebra el 19 de
agosto, quiere reconocer la labor de todos aquellos
voluntarios y trabajadores humanitarios que ayudan a otros
en contextos muchas veces complicados e incluso peligrosos;
y propugna la defensa del trabajo de este personal y su
protección.
El personal del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y
de la Media Luna Roja, la red humanitaria más grande del
mundo con más de 100 millones de miembros y más de 13
millones de voluntarios activos, atendió en 2011 405
emergencias, tanto grandes desastres como medianos y
pequeños, incluyendo desastres olvidados y conflictos.
Cruz Roja Española, como miembro del Movimiento
Internacional, estuvo presente en 2011 en más de 60 países,
intervino de forma activa en 14 emergencias y crisis
olvidadas en un total de 19 países, y movilizó a más de 100
personas al terreno. Sólo en respuesta a emergencias, Cruz
Roja Española movilizó en 2011 un total de 1.542 toneladas
de ayuda humanitaria por un valor total de 5.037.734 € y
desplazó a 34 delegados especializados en agua y
saneamiento, salud, seguridad alimentaria, preparación para
desastres, etc. Para la atención de emergencias la
Institución dispone de equipos especializados y
estandarizados que le permite dar una respuesta eficaz a los
desastres de la magnitud que sea.
Sahel
Entre las operaciones más importantes en las que está
participando Cruz Roja Española en estos momentos están la
atención de la crisis alimentaria en el cinturón del Sahel
(incluyendo los países del Cuerno de África más Malí, Níger,
Gambia o Burkina Faso, entre otros), la atención a los
afectados por el terremoto de Haití o el apoyo a la
población afectada por los tifones en Filipinas.
Cruz Roja Española, a través de sus programas de Cooperación
Internacional, pudo apoyar a cerca de ocho millones de
personas en el mundo. “Uno de los retos ahora es conseguir
que tanto la ayuda humanitaria como la ayuda al desarrollo
se mantenga, ya que las necesidades siguen siendo grandes en
diferentes ámbitos”, explica María Alcázar, directora de
Cooperación Internacional de Cruz Roja Española.
Protección de los servicios sanitarios
Una de las mayores preocupaciones que existen en estos
momentos dentro del ámbito humanitario es la protección de
los servicios sanitarios. “Para nosotros es clave tener
acceso. Sobre todo la asistencia sanitaria es muy importante
que se respete el Derecho Internacional Humanitario (DIH) y
tanto a las personas heridas como a los voluntarios y
trabajadores humanitarios, así como los emblemas de la Cruz
Roja y de la Media Luna Roja para acceder a las personas
víctimas de conflictos y/o desastres”, asegura María
Alcázar.
Precisamente para garantizar el acceso y la protección del
personal sanitario en acciones humanitarias, el Comité
Internacional de la Cruz Roja (CICR) tiene en marcha una
campaña, con el título “Asistencia de salud en peligro”, que
exhorta a las partes en conflicto a respetar y proteger
tanto a heridos como al personal que los atiende.
Más información de la campaña “Asistencia de Salud en
peligro”:
http://www.icrc.org/spa/what-we-do/safeguarding-health-care/index.jsp
Llamamiento de ayuda en España
Para aumentar su capacidad de respuesta a las situaciones de
vulnerabilidad social acrecentadas en el contexto de la
crisis, Cruz Roja Española ha lanzado, por primera vez en su
historia, un Llamamiento de Ayuda a la sociedad española, a
través del cual se pretende atender a 300.000 personas más,
que se encuentran en situación de ‘extrema vulnerabilidad’.
El objetivo concreto del llamamiento es el de incrementar la
atención de Cruz Roja hacia los colectivos más fragilizados
como familias con todos sus miembros en paro; niños que
viven en hogares pobres; personas mayores con
responsabilidades familiares sobrevenidas por la
precarización familiar, personas paradas de larga duración;
personas sin hogar; o jóvenes en paro.
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