En Julio de 2009, el entonces
Ministro de Educación D. Ángel Gabilondo, publicó, con el
título “Por el gran Pacto Educativo” un artículo invitando a
toda la Comunidad Educativa a manifestarse libremente sobre
el particular. Aparecieron, después de la suya nada menos
que 19 colaboraciones de diversas personalidades, cada una
de las cuales dando a conocer sus propuestas. La verdad, que
después de las referidas opiniones, algo debió de marchar
mal, cuando no se llegó a concretar nada. Es cierto que
después de su gestión, una vez finalizado su cargo, no se ha
vuelto a tocar el tema, si bien han sucedido otras
cuestiones que, a través de lo ocurrido –ganaron las
elecciones el PP-, habrá que esperar a que se concreten las
ideas expuestas por el Sr. Wert, actual Ministro de
Educación.
En aquella primera página en el diario ABC, se manifestaba
el Sr. Gabilondo, así: “Es indispensable un pacto social y
político por la educación, que permita conjugar los
legítimos intereses encontrados y que piense nuestro
presente y futuro como país, mostrando en acciones nuestras
convicciones… Acentuar las vicisitudes del tiempo presente,
la crisis, las confrontaciones, la puesta en cuestión de
principios, valores, ideas y políticas muestra aún más
necesidad. Y desde luego, si hablamos de educación, esta
tarea no es sólo labor de un Ministerio, ni siquiera sólo de
un Gobierno, es de toda la sociedad… Hoy, más que nunca, la
educación y la formación son el elemento vertebrador de la
cohesión social y del desarrollo de la ciencia y de la
innovación, claves para el progreso…”.
“He tenido la oportunidad de considerar este planteamiento
con los consejeros autonómicos, con la Comisión de Educación
del Congreso de los Diputados, con los Secretarios Generales
de las mayores centrales Sindicales y de sus responsables de
educación. Y hemos de proseguir esta labor para la
implicación de cuantos han de tomar parte explícita de este
desafío. La respuesta ha sido positiva, colaboradora y
exigente”.
“Tal vez este Pacto exija un período de ajustes previos, de
delimitación y de definición de su alcance de
establecimiento de un procedimiento adecuado, abierto y en
varias direcciones. Pero es indispensable si queremos estar
a la altura de las circunstancias, que trabajemos juntos
para alcanzar los consensos educativos absolutamente
necesarios para el desarrollo personal, la cohesión social y
el progreso de nuestro país. Pongámonos a ello.” (En
síntesis fue la “llamada” del Sr. Ministro de Educación D.
Ángel Gabilondo.
Hasta veinte artículos distintos se completaron provenientes
del mundo de la Universidad, de las Ciencias, Sindicatos de
Educación, etc. en suma personalidades provenientes del
mundo de la Educación, aportando todos ellos su forma de
enfocar el problema, que con muy voluntad por parte de todos
se podría llegar a mejorar el “caos” en que se encuentra el
mundo de la Enseñanza en sus distintos niveles.
He seleccionado algunas de las exposiciones llevadas a cabo
por personalidades del mundo de la Enseñanza. En su artículo
“La buena educación”, RAFAEL PUYOL, Presidente de la I.E.
Universidad, entre otras cosas, comenta: “La definición de
las áreas, todas ellas indiscutibles, aunque quizás
ampliables, esta acompañada en la propuesta de Ministro por
medidas que ciertamente habrá que debatir y probablemente
mejorar mediante el diálogo y la conciliación.
No soy especialista en niveles educativos extras
universitarios, sólo sé que es imprescindible el compromiso
con ciertas Universidades Autónomas para que se cumpla la
Constitución y que quienes lo desean puedan recibir la
enseñanza en español y para que la Geografía y la Historia
de este país no estallan en una constelación de saberes
parciales y orgullos étnicos. También sé que es conveniente
resolver las desavenencias provocadas por la aplicación de
la LOE y por el polémico contenido de algunas asignaturas.”
En Un acuerdo de Estado, PEDRO GONZÁLEZ TREVIAJNO, Rector de
la UNIVERSIDAD JUAN CARLOS: “Estoy convencido de que no
existe ámbito más necesitado de un PACTO DE ESTADO, y
además, vigente que el relativo a la educación… quizás desde
el mismo momento de la elaboración de la Constitución del
78… el sectarismo, de facción, la ausencia de generosidad
institucional, y una falta de respeto a padres y alumnos,
han situado la Educación en el furgón de cola de los Estados
de nuestro entorno.
Y el aluvión de Leyes:
1) La Ley Orgánica del Estatuto de Centros Escolares (LOECE-1980),
de la UCD.
2) Con la ejecutiva del PSOE: Ley Orgánica del Derecho a la
Educación (LODE, 1985): Ley Orgánica de Reforma
Universitaria, 1983 y la Ley Orgánica de Ordenación General
del Sistema Educativo LOGSE, 1990.
3) Con el PP, Leyes Orgánicas de Universidad, (LOU), 2001.
Leu de Calidad de la Educación, (LOCE), 2002.
4) De nuevo con el PSOE/2007, Ley Orgánica de Universidades.
En síntesis, más de media docenas de Leyes en 30 años.
Y después de todo lo expuesto, ¿por qué nos encontramos una
situación donde, sin duda, la enseñanza está en peligro? El
esfuerzo realizado para dar soluciones no sirvió para nada.
Los orígenes de todo el entramado está, primero, tímidamente
de la LODE (1985) y luego, ya sin rebozo, en la LOGSE
(1990). Y de resultas de todo ello, sus efectos se perciben
ya, después de dos décadas en todos los escalones de la
enseñanza, en especial en la Secundaria y hasta en la
Superior. Es el igualitarismo, la negación de la emulación y
selección. Es el apercibimiento público al alumno que
levante afanosamente el dedo para responder, antes que un
compañero de clase, el requerimiento del maestro. Es la
comprensividad llevada a sus últimas consecuencias, esto es,
a la supresión de los exámenes y las notas y a las licencias
para pasar de curso con un montón de materias suspendidas.
Y, ahora el nuevo Ministro, Sr. Wert, veamos qué nos trae,
porque a pesar de los cambios anunciados, aquellos que ya
tenemos experiencias en estas lides, nos atrevemos a decir,
¡que más de lo mismo!
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