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OPINIÓN - VIERNES, 17 DE AGOSTO DE 2012

 

OPINIÓN / ANALISIS

El puerto ceutí compite con Algeciras

 


Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com

 

Que si entiendo algo de “bunkering”? Ni una papa frita. Pero entiendo de lógica de a pie de calle que puede no ser la lógica de Kant ni la crítica de la razón pura , pero que a las marujas nos vale para ir tirando. Así la lógica dicta que el gran puerto del sur de Europa que es la consideración con la que se autodenomina Algecira, es el que es y ya no hay más de donde sacar, mientras que Ceuta ha crecido en cuanto a la demanda de los buques, hay proyectos bastante ambiciosos de ampliación y lo mismo un día le damos un susto a los algecireños y acabamos echándoles la pata por lo alto.

Porque, si algo tiene el pan cuando lo bendicen, algo debe tener Ceuta cuando ha aumentado un 7,5% el número de mercantes que nos visitan mientras que en el resto de la Península (somos Península con un tropezón marino de por medio) todo baja y se desmorona, mientras que los gibraltareños, que ahora se han puesto muy conciliadores y dejan a nuestros pesqueros faenar en “nuestras” aguas (con escolta de una patrullera llanita y dos españolas, por si hay algún pique) los de la Roca no tienen más especio material, por mucho que nunca duden, antes con Caruana y ahora con Fabián Picardo que no son “primeros ministros” sino “ministros principales” en liarse a tirar pedruscos al mar, rellenar con arena, aplanar y montar un Ikeza y una urbanización de adosados a fuerza de rescatar terreno al oleaje. De los llanitos nunca hay que fiarse del todo porque tienen mucha astucia y cuando se encabezonan en algo lo sacan para adelante y se pasan quejas y reclamaciones por el forro de la ingle brasileña.

Pero ni el Peñón ha conseguido los índices de crecimiento de las instalaciones de Ceuta por más que aquí las autoridades sean muy melindrosas a la hora de ponerse a tirar piedras a los mares y sacarnos de la manga unas cuantas hectáreas que nos hacen mucha faltita, pero no para “la vivienda social” sino para montar nosotros el Ikea, un Corte Inglés de abolengo como el de Marina Banús y un fondeadero para los barcos de los jeques porque en Marbella los yates están como sardinas en lata ¡un agobio!. En verdad el que lleguen mercantes a avituallar y feos contenedores no da nada de glamour, aunque dará dinero, normal. Pero siempre hay que saber compaginar la devoción con la diversión y si la devoción y nuestros cerebritos económicos con la bendición de Torrado mandan ampliar el puerto y que vengan mercantes eso no significa que los buenos oficios de Premi el consejero no tiren por las ferias internacionales de turismo de trasantlántico al tiempo que se aprieta a la Cámara de Comercio para que haya open total cuando lleguen los turistas, sea domingo o haya riesgo de catástrofe natural. Mejor. Porque hay también turismo de catástrofes que paga para que les lleven a ver los escenarios de las tragedias tipo tsunamis o terremotos. (¡No hay locos sueltos por el mundo!).

Los clientes se captan en las ferias y los contactos y las relaciones se fraguan allí con las navieras, me estoy refiriendo al tema de turismo porque no existen, o al menos yo no las conozco, ferias con stands para el tema del bunkering con muestras de avituallamiento y cata de gasóleos más exposición fotográfica de parajes naturales para instalar los contenedores. La actividad da dinero, pero no da “vidilla” a la ciudad cómo lo hacen esos “Princesa del Pacífico” a rebosar de visitantes con cámaras de fotos y locos por comprar y por comerse todas las tapas de Ceuta porque quien haya hecho un crucero sabe perfectamente que a bordo de los barcos se come mucho y muy bien, pero la picardía de las tapas sólo está en la Iberia Vieja y el turisteo se pirra por las tapas y por ver cortar las lascas de ese jamón de bellota que tiene Pedro en “Mis Amigos” de la Gran Vía y echarse unos vinos y unas risas donde pillen. Por cierto, en Gibraltar se come peor que mal y no hay tapeo.
 

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