Hace unos meses me dieron pistas
para hacer un artículo, era algo asi como las normas de
comunicación, demostrandose que hoy dia si te falta contacto
en el telefono movil, no tienes internet o por unas horas
estas “cegado”, montas un pollo, montas un grito en el cielo
y se da paso a las portadas y titulares en la prensa, que
tal compañía dejó sin cobertura a sus usuarios...
La escena para mi contertulio fue bastante curiosa, sobre
todo para los que tuvimos la adolescencia en los ochenta,
cinco o seis jóvenes, con sus móviles, y black-berrys, se
sientan en un bar con su terraza, se piden sus refrescos y
golosinas, y una vez sentados, siguen a lo suyo con el
tecleo washap, en sus móviles, facebook , twiter o twenti...
y ninguno tuvo la brillante idea de romper el hielo en una
conversación, y decir algún comentario al unísono.
Conclusión, se nos acaba el mundo en la era del misterchips,
como le decía Miguel Rìos a la década del año dos mil... ya
no tenemos para decir, nos gusta la niña de enfrente, fulano
juega al futbol , mejor que mengano, pepito saca mejores
notas y le he pedido a mi padre, para los Reyes,que me eche
el chandal de España, con las estrellas de campeona de
Europa y del Mundo...
Los mayores, con sus móviles al cinturón, los paseos y
calles, con toda la gente conectada, hablando con nose
donde, parte del mundo, con sus tareas, gestos y llamadas, y
no saludamos al quien tenemos enfrente.
Los jóvenes, con sus móviles androides de ultima generación
al brazo, en su brazalete, para correr, para entrenar en el
gimnasio, para fardar, los medianos de edad, con sus
teléfonos, dando mensajes y promesas de amor eterno, y todos
al tutiplen, soportando que no nos quedemos sin saldo, sin
bateria, sin cobertura, y subamos al muro, la foto de ultima
moda, en el sitio mas in , mas chick.
Antes teníamos el romanticismo de los ochenta, de quedar en
el tontodromo de la Plaza de Africa, de darnos los paseos, y
si tirabamos para otras epocas, hasta amores por cartitas...
despues de tanta tecnología, que verdad que es que después
de todos, no tenemos diálogo ni conversación y nos vemos y
sentimos INCOMUNICADOS.
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