La Constitución que nos dimos
todos los españoles dice en su artículo catorce, si no ando
equivocado, “que todos los españoles somos iguales ante la
Ley”. Buenos, eso dice la Constitución.
Con la verdad por delante, me cuesta mucho creer que “todos
los españoles somos iguales ante la Ley”, mientras para
juzgar a un diputado se tenga que pedir un suplicatorio, y a
un españolito de a píe, se le juzga sin suplicatorio alguno.
Ahora, en estos momentos, ante el acontecimiento llevado a
cabo con el atraco con violencias a un supermercado por el
alcalde de Marinaleda y diputado de IU, Sánchez Gordillo, y
algunos componentes del SAT, se tiene la enorme oportunidad
de que ando equivocado, en cuanto a mi creencia de que no
“todos los españoles somos iguales ante la Ley”.
Este personaje, Sánchez Gordillo necesita de vez en cuando,
realizar alguna acción par salir en los medios de
comunicación. Si le falta eso su egolatría quedaría mermada
de por vida.
Ya llevaba tiempo sin realizar alguna de estas acciones y su
ego no podía permitir, por más tiempo, no llevar a cabo
alguna de esas acciones que le hicieran salir en todos los
medios de comunicación, Así que decidió, con la complicidad
de algunos miembros del SAT atracar algún supermercado
aunque, para ello, tuviesen que realizar un acto de
violencia, efectuado sobre alguno de los empleados del
supermercado en cuestión. Empleados que no son más que
trabajadores.
A este personaje se le han permitido varias actuaciones, sin
que le haya pasado absolutamente nada. Acciones que de
llevarla a cabo cualquier españolito de a pie, hubiese
estado penada por la ley. Quién es éste personaje para que
no se le ponga freno a esas actuaciones que está llevando a
cabo y que, además, amenaza con seguir atracando
supermercados.
Creo que piensa, además de satisfacer su egolatría, que
estas acciones son cosas normales en cualquier país
comunista, Cuba o Venezuela, donde se asaltan los
supermercados y no pasa nada, Bueno, a lo mejor estoy
equivocado, pero si ese salto a un supermercado, lo hacen en
cualquiera de estos dos países, de la primera “torta”, se le
cae hasta la bufanda que lleva colgada al cuello.
Lo que me cuesta un enorme trabajo entender es las
declaraciones de algunos compañeros, que muestran su
desacuerdo en la forma de hacerlo, pero que le justifican e
incluso, como es el caso de la secretaria general de
Vivienda de la Junta, Amanda Meyer, que se muestra
comprensiva con lo ocurrido.
Si Griñan no ha destituido, de forma inmediata, a Amanda
Meyer demostrará de forma clara que la alianza que le
permite gobernar tras perder las elecciones le impedirá
mantener la legitimidad que es incompatible con acto como el
saqueo de los centros comerciales.
El Alcalde de Marinaleda que sacó por la fuerza varios
carros de comida de un supermercado, aduciendo que eran para
familias sin recursos, no hizo más que un acto delictivo y
se le debe aplicar la ley, como a cualquiera. ¿O no?.
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