Sanidad Exterior de Ceuta
funciona. Y el servicio de vacunas también y si no que se lo
pregunten al doctor Carrillo de Albornoz a quien considero
magister scholarum en esos temas y con el que consulto
cualquier extremo.
Pero creo que no se trata de las vacunaciones puntuales de
los fieles que se van a la Meca ni de quienes quieren ir al
destino exótico con el Halcón Viajes. Eso lo saben hasta los
niños de teta. De lo que se trata a mi entender y en el
plano preventivo es de tratar de vacunar a toda la población
“de todo”. Por ejemplo, servidora se vacunó de la neumonía
en lugar de hacerlo de la gripe, habida cuenta que el riesgo
de la gripe es que degenere en una neumonía. Ahora me tendré
que “revacunar” porque resulta que las vacunas que pinchaban
hace cinco años eran un churro y las de ahora “sí” son
eficaces de hecho mi médico también se la va a poner.
Lo que hay que considerar es que somos las peineta de Europa
en el continente africano donde existen múltiples
enfermedades endémicas y la inmigración africana llega a
Ceuta sin que tengamos noticias de que a todo el que llega
se le hagan analíticas y se les aísle durante la cuarentena
por si padecen alguna patología que pudiere ser infecciosa,
aún sin saberlo. Parece lo más sensato prevenir y las
vacunas de las hepatitis no molestan, ni la de la meningitis
y no digamos las de la tuberculosis. Ya no reside el
problema en que quienes han vacacionado en destinos que a la
postre son insalubres, regresen incubando alguna dolencia
tropical, sino en que esa patología se pueda “pillar” aquí
mismo, sobre el terreno.
El sarampión estaba totalmente erradicado de España, hasta
que llegó la inmigración del Este de Europa con los niños
sin vacunar y la enfermedad volvió a aparecer. Más el plus
de determinados padres con ideas extrañas que se niegan a
vacunar a sus hijos y llegan a hacer “reuniones de varicela”
entre los chiquitines para que “todos la pasen al mismo
tiempo”. Temeridad y barbaridad. Denunciable, por supuesto,
porque el derecho de los padres a decidir sobre sus hijos
acaba en el mismo momento que conculca el derecho de sus
hijos a la salud. De hecho, si los padres quieren
autoinmunizarse por cuenta propia que se lleguen a Africa y
beban de los charcos a ver si agarran un cólera y se cagan
por las patas abajo, pero con la salud de los niños no se
juega. Ni en un sistema de derechos y garantías se permiten
bromas con la vida de los más pequeños. Ni de los mayores.
Por más que en Sanidad todo sea política de ahorro y de
escatimar, digo yo que si un ciudadano desea estar vacunado
contra el máximo de enfermedades, aún sin ser necesario, le
asistirá el derecho a acudir a un vacunólogo “de pago”.
Cuando me vacuné de la neumonía me compré la vacuna en una
botica (la tuve que encargar y la tenían guardada en el
frigo) y luego fui a un practicante del Palo a que me la
pusiera y le pagué por sus servicios. Normal. Yo a la
neumonía le tengo un yuyu notorio porque he conocido a gente
que se ha muerto por un simple catarro y eso da muy mal
rollo y causa inseguridad.Aunque no tanta inseguridad como
el hecho de que en los dos años que llevo en Ceuta, nunca
jamás he oído referencia alguna a inspecciones sanitarias de
los aires acondicionados de las grandes superficies, los
hoteles, las empresas y los establecimientos de hostelería.
Empresas conozco que tienen los aires con mierda para
regalar porque los filtros no se desinfectan jamás y luego
pasa lo que pasa, llega la legionella ¡Y a morirse! Vacunar.
Esa es la cuestión.
|