La Guardia Civil intercepta a diario en el puerto a
inmigrantes que tratan de colarse en los vehículos pesados
que embarcan con dirección a la península. En su mayoría se
trata de residentes en el CETI y según los responsables del
centro los intentos se dan más ahora entre los argelinos.
Cada semana se produce la “salida no comunicada” de uno o
dos inmigrantes acogidos en el centro de estancia temporal.
Una de las prácticas que ha disminuido en relación a los dos
años anteriores entre los inmigrantes irregulares acogidos
en Ceuta es el de los intentos de colarse en camiones que
embarcan hacia la península. Pero a pesar de los riesgos que
entraña esta peligrosa fórmula -que costó la vida a un joven
subsahariano, el camerunés Paul Charles, en diciembre de
2010- no se ha erradicado y para la Guardia Civil supone uno
de sus trabajos diarios en el Puerto.
Según explican fuentes oficiales de la Benemérita, la
interceptación de inmigrantes en la zona portuaria es una
“constante” y se da “todos los días”. El pasado jueves, este
diario fue testigo en la zona de embarque de un caso, y por
la tarde los agentes destinados a la vigilancia y control en
la zona de preembarque de vehículos detectaron otro.
Aunque “hay de todo” entre los que intentan escapar por esta
vía de la ciudad -que marca la frontera Schengen y de la que
por tanto no pueden salir los inmigrantes en situación
irregular-, la mayoría de ellos son, según la Guardia Civil,
residentes del Centro de Estancia Temporal (CETI). Otros de
los que merodean por la zona para tratar de burlar la
vigilancia son argelinos, “y algún marroquí” de los que
viven en las escolleras.
Según señalan por su parte en el CETI, a día de hoy las
“salidas no comunicadas” del centro son “muy ocasionales”,
las cifran en “una o dos a la semana” y la mayoría, de
argelinos.
En cualquier caso, la situación no se parece a la del año
pasado, cuando además de en el puerto, los intentos de los
inmigrantes por subirse a los camiones eran constantes
también en la planta de transferencia de residuos del Hacho.
Para conocer la incidencia de este fenómeno, el CETI y la
Guardia Civil comenzaron entonces a cruzar de forma
periódica los datos de salidas no comunicadas e
interceptados. En los cinco primeros meses de 2011, la
Guardia Civil había detenido a 60 inmigrantes en el puerto,
mientras que las bajas en el CETI superaban el centenar.
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