Ruego que renegados,
quintacolumnistas y difamadores de nuestra Memoria Histórica
se abstengan de leer este análisis porque ni les va ni les
viene y no hay necesidad de que se hagan más “mala sangre”
de la que tienen. Así que gracias a la inestimable ayuda de
mi amigo Sebastián Fernández Sánchez, puedo remontarme a un
texto en negro sobre blanco donde se da cuenta de la reunión
celebrada en el Ayuntamiento de Ceuta el 16 de abril de
1915, en plena Primera Guerra Mundial. Dice el texto que fue
el concejal Juan Morejón Andrade quien planteó la cuestión
solicitando celebrar un gran acto en Ceuta: la Conmemoración
del 5º Centenario de la Reconquista de la Ciudad por
nuestros hermanos portugueses. Y presentó una moción que
decía “El Concejal que suscribe deseoso de que el 5ª
Centenario de la Conquista de Ceuta, que el Ayuntamiento y
el Cabildo Catedral de esta Ciudad tiene acordado celebrar
con gran pompa, sea un acto de resonancia mundial, como lo
fue para la Cristiandad la reconquista dirigida en persona
por D. Juan I de Portugal, hace cinco siglos; propone y
solicita del Ayuntamiento preste y dé color a su pensamiento
de que, en tan memorable día, se haga algo en Ceuta que
redunde en beneficio de las potencias que en estos momentos
se están destrozando en una sangrienta y espantosa guerra
que a todos aniquila, acordando hacer llegar a su Majestad
el Rey Alfonso XIII y del Gobierno todo, por conducto de los
superiores jerárquicos, nuestro deseo de que se interese del
altruista sentimiento de todos los Embajadores de las demás
Naciones neutrales, acreditadas en Madrid, que sus
respectivos Gobiernos consientan en que sea Ceuta el punto
de reunión o al menos el competentemente autorizado para
tratar en tan señalado día (10 de agosto de 1915) de la
mejor forma pedir a los Jefes de Estados beligerantes que
decreten todos simultáneamente la suspensión de hostilidades
en el día y hora que señalen y envíen representantes a la
capital de España ampliamente facultados para concretar la
paz, hermosa palabra que por la idea que envuelve, a estas
horas seguramente la habrán pronunciado, sentido y deseado
todos los hombres probos de todos los pueblos civilizados”.
El texto aclara “Desgraciadamente como es sabido tan noble
propuesta no tuvo eco” aunque “Para conmemorar en la citada
fecha la Reconquista en la ermita del Valle se decidió hacer
obras por un importe de 1028 pesetas”.
10 de agosto de 1915. El concejal Juan Morejón se ve que
tenía muchas pretensiones y paralelos cojones ya que parar
la Primera Guerra Mundial en conmemoración a nuestra
Reconquista. Disculpen, si en 1915 los españoles llamaban a
la gesta del hermano portugués “Reconquista” no veo por qué
carajos tenemos nosotros que hablar “tan sólo” de Centenario
de la Conquista. ¿O es nuestra pretensión dejar en mal lugar
a quienes componían el Consistorio ceutí en 1915? En
absoluto, porque eso sería atentar contra nuestra Memoria
Histórica, así que hablemos de Gloriosa Reconquista que
suena elegante, con poderío, rancio abolengo, tintes
aristocráticos y gran clase. ¿Que a alguien le puede no
joder sino “rejoder”? Si es español no. Es más, si es
español se sentirá muy honrado de participar en los fastos
del VI Centenario, aunque no tengamos la pretensión del
concejal del V Centenario de firmar un armisticio, sino de
recrear el fausto acontecimiento y decir mucho lo de
“Reconquista-Reconquista-Reconquista” ¿A que suena ideal? Y
a quien no le gusta que se rejoda.
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