Desde que el mundo es mundo, no
hemos parado de hoy la frase de muchas marias y amas de
casa, en cada rincón de una esquina caballa, eso de “uf que
calor, “ y claro se aplica en los paneles de invierno, eso
de “oihh que fríoooo” y así pasan los días y pasan los años,
y entre tareas , comidas cenas y fogones, se murmuran las
emociones...
Viajar aunque sea una escapada, es un suplicio, siempre
pensé que lo mejor es ir a un apartamento o una casa y tener
por delante unos cinco días para desconectar, y que la ida y
vuelta, sea lo menos traumática posible, los caballas, los
que somos los residentes, los que somos de aqui, nos damos
cuenta los sufrimientos e inconvenientes a la hora de coger
el barco, ni aunque pongamos catorce navieras, se van a
solucionar los problemas, sobre todo si se nos mete en el
guión, la Operación Paso del Estrecho, el sentido común, las
religiones y sus preceptos y las preferencias nuestras, que
somos los que VIVIMOS AQUI.
Ceuta es Ceuta , Cadiz es Cádiz, es los comentarios de
muchos puristas del carnaval en Ceuta, en television, en
radio, y en esos foros y tertulias, por eso me encanta,
cuando un coplero de Ceuta, cantiñea coplas de Cádiz delante
de los virtuosos del Carnaval de la Tacita. Y en eso, una
vez que tengo mis hijas mayores, estoy disfrutando de lo
lindo, lo que no pude antes, y es sentirme coplero,
carnavalero y gaditano, y perderme por los callejones de
Cádiz. Y agradeciendo al gaditano sus atenciones, me siento
feliz entre su mundo y su gente, y asi lo vivi, el pasado
sábado en la Noche de Carnaval en La Línea de la Concepción,
y por supuesto por la mañana, en Cádiz capital, bautizarme
en la mítica playa LA CALETA.
Mi hija Natalia tira de mi y yo feliz por ver a ella como
disfruta el Carnaval, al frío al calor, a las incomodidades,
a la carretera, a los bocadillos, a los aparcamientos, los
nervios y las pasiones, que los comparsistas ya van
llegando.
Todo tan bonito, todo de felicidad, y me dió repelus al
regreso a Ceuta, cuando el atolladero que se convierte
Algeciras, cuando fuimos los residentes a convalidar el
pasaje, para coger el tiket de embarque, se bajó de un
furgón, un GRAN SEÑOR MAGREBI, que al principio parecía
cubano, y empezó a arremeter contra todos nosotros, gritando
¡ que pasa, de donde salió esta gente !, por mi familia, por
mi hija, por la felicidad que teniamos encima, pensé, este
nos amarga, este nos da el viaje, la señora de la naviera,
no sabía como calmar al GRAN SEÑOR MAGREBI, y decía que
aunque el había perdido su hora de embarque, el no quitaba
el coche de ahi, que llamara a quien fuera...
Yo pensaba, mejor es mantener la calma, el silencio, y
cuando la empleada de la naviera, me confirmó mi pasaje, le
pregunté, señora, tiro por este carril y tal ? si continue,
y emprendí la marcha...
Mi conclusión, es que si usted se pone nervioso por sus
convicciones religiosas, yo tambien me puedo poner, que si
la ley esta para usted, está para los demás, que si usted
está cansado, yo también, si usted tiene siete hijos, yo
tengo dos, que globitos, se venden en todos los sitios, y no
se puede armar el taco, porque a usted le da la santisima
gana, lo mejor para estas cosas , es o bien dejarle pasar el
primero por sus santos cojones, o bien, salir los siete u
ocho tios que estabamos esperando y apabullarlo para hacerlo
entrar en razón...
Lo dejamos igual, pero esto sigue sin tener solución, la OPE,
el laberinto de Algeciras, las calores, ay las calores, y
las pocas lumbreras, de algunos que cruzan el Estrecho.
|