Es la primera vez en Ceuta que denuncia un delito de
atentado contra la religión católica. Una abogada y
escritora, Nuria G.M. ha denunciado personalmente ante la
Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía lo que desde su
perspectiva es un delito contra los derechos religiosos,
tipificado en el Código Penal. Se trata de los destrozos que
se vienen realizando en el pequeño santuario de la Virgen de
Aranguren, en García Aldave. Unos desconocidos han profanado
la cruz en varias ocasiones y la imagen de la propia virgen
aparece con algunos desperfectos en el rostro y en la zona
del bajo vientre.
La abogada y escritora N.G.M. ha denunciado en la Comisaría
de Policía el primer supuesto caso de atentado contra la
religión católica en la ciudad. Se refiere a los hechos que
se han venido produciendo en torno a la imagen de la Virgen
de Aranguren, situada a los pies del fuerte de Aranguren.
Allí, unos desconocidos han venido profanando el símbolo de
la cruz que se halla sobre la Virgen, al parecer disparando
con perdigones y arrancando la cruz para tirarla al suelo.
En este sentido, la inquebrantable voluntad de la asociación
de la Virgen de Aranguren ha sido fundamental para la
reposición de los daños.
Ayer, la cruz se encontraba en su lugar habitual, ya
respuesta, y numerosos ramos de flores frescas se hallaban a
los pies de la imagen. Se ha observado que se han producido
deterioros en el rostro de la imagen, así como también un
golpe o una perdigonada en el bajo vientre de la
representación mariana.
En la denuncia formulada ante la comisaría, la abogada
señala que no se ha podido determinar a los autores de los
daños y que la conducta entra dentro de los delitos
previstos y penados en los artículos 522 a 525 del Código
Penal, dentro del apartado de delito contra los derechos
religiosos.
Así, la parte denunciante entiende que los hechos habrían de
ser considerados como un atentado contra la religión
católica. Añade que se han venido repitiendo en el tiempo
“sin que haya habido ninguna respuesta legal, por lo que
como católica afirma sentirse “discriminada y con una gran
inseguridad jurídica”.
“Dichos delitos blasfemos –indica en la denuncia- detonan
violencia y odio contra el cristianismo, por lo que sus
autores representan un peligro social”, apunta la
denunciante. En este sentido ha solicitado que se abra una
investigación a nivel del Grupo de Información de la
Policía.
Las diligencias han sido remitidas por la Policía al Juzgado
de Instrucción número 5, de guardia, y de los hechos se ha
dado cuenta al Ministerio Fiscal y al resto de los servicios
policiales, continuándose con las gestiones por parte del
Grupo de Investigación correspondiente, el cual dará cuenta
a la autoridad judicial en el caso de dar resultado
positivo.
El pequeño santuario se debe a que existe la creencia de que
el lugar fue revelado como lugar de culto en una aparición
mariana.
Lo cierto es que desde hace años, muchos fieles se dan cita
en la zona para rezar.
A principios de la década de los noventa se produjeron
episodios de profanación del santuario e incluso de ataques
con piedras por parte de desconocidos que escondían a los
fieles que acudían a rezar. En algunos casos incluso
llegaron a provocar destrozos en los automóviles utilizados
por los ciudadanos para llegar a la zona, en García Aldave.
Los artículos 522 a 525 del Código Penal se centran en los
delitos contra la libertad de conciencia, los sentimientos
religiosos y el respeto a los difuntos.
Dependiendo del grado de las ofensas o profanaciones, así
como de los lugares en que se hayan realizado se tipifican
en el Código Penal diversas penas que en algunos casos son
multas, pero en los más graves se castigan con incluso con
penas de prisión que pueden llegar incluso a los seis años.
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