Densa y dura entrevista la mantenida con Mustafá Mojtar,
un ceutí lo suficientemente conocido en la ciudad como para
necesitar más presentaciones. Valientes declaraciones en las
que late la dignidad y el coraje de este caballa de origen
rifeño y que restallan como un aldabonazo. Ésta primera
entrevista, porque den por seguro que habrá una segunda
parte, no dejará a nadie indiferente y menos aun a los
musulmanes ceutíes.
P: ¿Quién es usted señor Mojtar, cuáles son sus señas de
identidad?
R. Soy español de Ceuta, musulmán de origen marroquí, con
mis raíces familiares en el Rif. Profesionalmente soy
comerciante como mi padre, siempre hemos vivido de nuestro
trabajo y de nada más.
P: Hace muchos años fue usted muy activo, políticamente
hablando, tanto en Ceuta como en Melilla.
R. Efectivamente, luché democráticamente por la dignidad de
nuestra comunidad, como españoles y musulmanes asentados en
Ceuta y Melilla, en contra del proyecto de Ley de
Extranjería impulsado por el ministro Barrionuevo. Al
contrario que otros.
P. Por ejemplo…?
R. Pues mire, desde Subaire a Mohamed Hamed Alí, “Don
Chilabita”. A éstos solo les preocupaban y preocupan sus
negocietes, tienen mucho de qué callar, nunca han hecho nada
y solo se mueven por sus intereses personales, no
representan a nadie salvo a ellos mismos. Están
desacreditados aquí y allí.
P. ¿Qué le mueve a realizar éstas polémicas
declaraciones?
R. El amor por mi ciudad, Ceuta, mi dolor por la
manipulación de la comunidad musulmana y los intentos por
radicalizarla, mi gran preocupación por el futuro de la
convivencia en Ceuta.
P. Porque algunos personajes de la comunidad musulmana de
Ceuta no están quedando muy bien parados…
R. Es nada más que la verdad. ¿Quiere que le hable por
ejemplo de Mohamed Alí Lemague…?. Mejor haría en dedicarse a
la abogacía y dejar la política activa. ¿Abordamos por
ejemplo el tema de las asociaciones y ONGs llevadas por
musulmanes…? ¿Le parece que empecemos con Luna Blanca?
P. ¿En qué se basa para alertar del deterioro de la
convivencia en la ciudad?
R. En los hechos. Aquí se han infiltrado corrientes
rigoristas que en nombre del Islam están manipulando a todos
los musulmanes y calentándoles la cabeza sobre todo a los
jóvenes. Algo muy peligroso.
P. ¿Qué opina de la secta del Tabligh por ejemplo, su
papel en la radicalización de base, un primer peldaño, de la
comunidad musulmana de Ceuta?
R. Habría mucho de qué hablar. En principio el Tabligh es
una organización pietista, pero claro luego hay muchos peros.
En Ceuta inicialmente empezaron bien, sacaron a muchos
jóvenes de la calle y de la droga, pero luego… Ahora manejan
mucho dinero, muchos viajes, mucho oscurantismo. Gente que
antes les había apoyado ahora ya no lo hacen.
P. ¿Qué está entonces ocurriendo dentro de la comunidad
musulmana de Ceuta?
R. Pues que nos están intentando cambiarla. Mire, yo soy
musulmán de Ceuta de toda la vida, como tantos… Lo que está
pasando ahora antes no ocurría, se están metiendo ideas
raras lo que no augura nada bueno para el futuro. Los
musulmanes ceutíes son muy buena gente, sencilla sí, pero se
están introduciendo prácticas no habituales en nuestra
tradición.
P. ¿Cuál es el papel de las mezquitas?
R. Ese es uno de los mayores problemas. ¿Quiénes se están
apoderando de ellas…? ¿Quiénes son los imames…? Mire, las
mezquitas son lugares de paz, son espacios para rezar. Las
mezquitas no son en absoluto lugares para lavar dinero
negro, de la droga vamos o para radicalizar a la comunidad,
calentándole la cabeza a los jóvenes. ¡Las mezquitas son
solo para rezar!.
P. Está muy claro. Apunta y tira usted de forma selectiva
y directa, parece un “sniper” (francotirador).
R. Usted sabe muy bien de qué hablo, del trasfondo y de las
implicaciones que saltan a la vista. Hay asociaciones y ONGs
que no son lo que parece, deberían investigarlas a fondo,
hay que clarificar las cosas y ver quién es quién. Le están
haciendo mucho daño a la comunidad musulmana, a su buena
imagen. Y con ello a toda la ciudad. Insisto: las mezquitas
son para rezar, no para predicar ideas radicales o para
lavar dinero.
P. Quizás coincidamos. ¿Quién podría estar detrás de los
jóvenes ceutíes que han muerto recientemente en Siria?.
R. Parece que una de las claves podrían estar en las varias
veces que el tetuaní Hamdouchi, ese que va de imám y no lo
es además de ser un extremista y un ignorante, ha estado en
Ceuta. Coinciden muchas pistas, acabamos de hablar de ello.
¿Cómo se le ha permitido a este peligroso individuo andar
suelto por la ciudad?. ¿Quién lo ha paseado e introducido?.
P. La progresiva islamización radical y extremista de
Ceuta es un hecho. ¿Dónde piensa usted que pueden estar las
responsabilidades?.
R. Como siempre están repartidas, tanto en las autoridades
de España como de Marruecos. En España se está permitiendo
el islamismo radical y aquí al lado, en Castillejos, los
propios servicios de información de Marruecos no están
haciendo bien su labor. Es una vergüenza. Y la convivencia
se está resintiendo: las ideas que se están infiltrando
entre los musulmanes de Ceuta no son propias de aquí, son
importadas, no es lo nuestro, nunca lo ha sido se lo
aseguro.
P. ¿El Islam y España versus Marruecos?.
R. Le soy muy claro. Soy musulmán, español de Ceuta si bien
con mis raíces en el Rif. En lo político, en España no hay
más que un presidente, al día de hoy Mariano Rajoy. En lo
religioso y como musulmán, sunní malikí, mi referencia es
Mohamed VI en cuanto Emir de los Creyentes, para explicarnos
algo así como una especie de “Papa”. Para mí no es en
absoluto incompatible y, le insisto, tengo muy claras tanto
la españolidad de Ceuta, de mi ciudad, como mi lealtad
religiosa.
P. Sin embargo da la impresión y ésta es una de mis
tesis, de que España y Marruecos en cuanto Estados están a
la baja, es decir: van de perdedores, pues son los
islamistas radicales los que están llevándose el gato al
agua.
R. Sí, hay que dialogar y articular medidas de Estado a
Estado. ¿Por qué si hay ahora una excelente colaboración en
las materias de terrorismo y emigración, no ocurre lo mismo
en asuntos religiosos, por qué no se toman medidas conjuntas
contra el islamismo radical?. ¿Cómo es posible que Hamdouchi,
ese presunto imám de Tetuán, ande suelto por ahí inflamando
a los jóvenes con su veneno?; ¿cómo es posible que llegara
hace poco, como usted escribió, a pronunciar la “jotba”
(sermón de los viernes) en una mezquita de Ceuta, en El
Príncipe?. Insisto: ¿quién le introdujo, quien le cubre,
quien le apoya en ésta ciudad?. A los “Hamdouchi” de turno
debería prohibírseles la entrada en la ciudad, son una
amenaza directa tanto para la paz de los musulmanes como
para la misma convivencia en Ceuta.
P. Acaba de empezar el Ramadán, el mes sagrado para los
musulmanes con su ayuno preceptivo. Padece usted algunos
achaques y sin embargo lo lleva a rajatabla.
R. Por supuesto, apurando y hasta donde la salud me lo
permita. Vivo el Ramadán con gran emoción. Éste es el mes de
Dios. Soy musulmán y practicante de los pies a la cabeza,
por ello creo en la tolerancia y defiendo la convivencia.
P. Francamente, excelentes “andanadas” las suyas. Si le
parece continuamos en otro momento.
R. Inch´Aláh. Tengo datos concretos para aportar y, como
usted bien sabe y dice, lo hablado hasta ahora es solo la
punta del iceberg. Una cosa para acabar: amo profundamente a
Ceuta y me preocupa enormemente la convivencia, el futuro
inmediato. Algo no va nada bien. Los musulmanes de Ceuta son
muy buena gente, pero los están manipulando y radicalizando.
¿Cómo se permite esto?. Urge recuperar el clima de antaño,
la confraternidad entre judíos, cristianos y musulmanes.
Todos somos gente del Libro. Nuestra profeta es Mahoma, pero
los musulmanes también asumimos y respetamos a Isa (Jesús) y
Musa (Moisés). Ahí está la raíz de la tolerancia, en el
respeto mutuo. Sin ello no hay convivencia que valga.
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