La Consejería de Sanidad y Consumo ha detectado un caso de
rabia en un perro vagabundo que fue capturado la semana
pasada, según informa la Ciudad Autónoma a través de una
nota de prensa. La actuación se realizó tras la llamada de
un ciudadano al 112. Tras el aviso, los laceros de la
Consejería capturaron al animal, que fue trasladado a la
perrera, donde se sometió a un análisis veterinario. Murió a
los tres días y Sanidad realizó la necropsia y tomó las
muestras correspondientes, que envió al Instituto Carlos III,
de Madrid, que ayer confirmó el positivo por rabia. La
Consejería no tiene constancia de que este perro haya estado
en contacto con personas. “Con el tratamiento adecuado, una
mordedura de un animal con rabia, apenas tiene más
consecuencias que los propios daños del mordisco; pero no se
puede esperar a que aparezca un síntoma”, apunta la nota.
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