El Gobierno autonómico iniciará en otoño una campaña
informativa con la que intentará frenar la tendencia de
adquirir los regalos en establecimientos de la península. El
Gobierno de la Ciudad Autónoma quiere potenciar el consumo a
nivel local durante la próxima campaña navideña. Conscientes
de que la cancelación de la paga extraordinaria de los
empleados públicos puede suponer un varapalo para los
comercios melillenses, el Ejecutivo que preside Juan José
Imbroda ha comenzado a estudiar opciones para paliar la
situación.
Según anunció el portavoz gubernamental, Daniel Conesa, a
los medios de comunicación, a partir del próximo otoño
comenzará una campaña para fomentar que las adquisiciones
navideñas se realicen en comercios de la ciudad, ya que
muchos melillenses aprovechan sus viajes a la península para
la compra de regalos.
En este sentido, Conesa explicó que se va a hacer especial
hincapié en presentar las ventajas económicas que tiene
llevar a cabo este tipo de consumo en la ciudad autónoma y
no en la península, sobre todo en lo que se refiere a los
impuestos. “Además de que Melilla sale ganando en el
diferencial entre IPSI e IVA, no hace falta complicarse la
vida para la devolución de este último al regresar a la
ciudad”, aseveró el portavoz gubernamental.
En su opinión, los comercios locales cuentan con suficientes
“ventajas competitivas” como para que los melillenses opten
por hacer en ellos la mayor parte de sus compras. “Es cierto
que hay marcas que sólo pueden adquirirse en la península,
pero ahora mismo hay oferta de sobra en la ciudad como para
cubrir las necesidades de los consumidores”, aseveró.
Así pues, el Ejecutivo de Imbroda comenzará esta campaña
informativa a partir del mes de octubre, con el objetivo de
que llegue a los melillenses antes de comenzar el periodo de
compras navideño. “Es una muestra de nuestro apoyo a los
comercios locales”, añadió el portavoz.
Por otro lado, Conesa se pronunció por la entrada en vigor
de la libertad total de horarios comerciales, que se irá
implementando de manera progresiva en todas las autonomías
del país. Hay que recordar que gracias a esta iniciativa,
las tiendas podrán abrir el tiempo que deseen,
independientemente de su tamaño. La medida ha sido vista por
las pymes como un pulso que no podrán ganar a las
franquicias y grandes superficies, que cuentan con más
recursos para estar abiertas al público los 365 días del
año.
No obstante, el portavoz gubernamental consideró que esta
idea apenas tendrá repercusión en los comercios de la ciudad
autónoma por el limitado consumo que se realiza en Melilla.
“Es algo completamente voluntario y cada uno la aplicará
como mejor considere, pero no creo que se vayan a producir
muchos cambios”, afirmó.
En esta línea, opinó que a nivel local “no tiene mucho
sentido que una tienda abra en domingo, ya que tal vez no
haya la clientela suficiente como para que el esfuerzo haya
merecido la pena y encima se traduzca en pérdidas
económicas”.
“La idea puede resultar efectiva en lugares con
aglomeraciones de turistas”, indicó en relación a la campaña
de verano, “la ciudad es otra cosa, el comercio está más
limitado. No creo que vaya a tener demasiada repercusión”,
concluyó el portavoz.
Melilla y Ceuta ya se han sentado para hablar de la futura
reforma del Impuesto sobre la Producción, los Servicios y la
Importación (IPSI), con vistas a hacerlo más atractivo, tal
y como adelantó el Gobierno de la ciudad caballa el pasado
viernes. En la jornada de ayer, fue el portavoz y consejero
de Economía y Hacienda del Ejecutivo local, Daniel Conesa,
quien se pronunció al respecto, subrayando que se trata de
un proceso laborioso y que la nueva forma impositiva no
estaría lista hasta el 2014, aproximadamente.
En palabras de Conesa, más que de reforma habría que hablar
de “cambio” con respecto al IPSI, ya que la idea es
sustituirlo por una figura más cercana al IVA en cuanto a
carga impositiva. “Es un proyecto de mucha envergadura y
debemos tratarlo con cautela”, aseveró.
Actualmente, existe un convenio entre ambas ciudades
autónomas, cuya rúbrica es inminente, para que sean las
empresas públicas Promesa, por parte de Melilla y Procesa,
por la de Ceuta, las encargadas de desarrollar esta
iniciativa.
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