Ni la Comandancia General ni la Ciudad de Ceuta olvidan.
Ayer lunes, en torno a las 10.15 horas, la plazoleta Soldado
Antonio Güeto acogió el acto de conmemoración del
fallecimiento en acto de servicio de dicho soldado. Ocurrió
hace treinta años, cuando el joven colaboraba en las tareas
de extinción de un incendio que se había declarado en las
inmediaciones de un polvorín.
Un día como el de ayer, hace treinta años, moría el soldado
Antonio Güeto Ramos. Su fallecimiento se producía el 24 de
julio de 1982 cuando colaboraba en las tareas de extinción
de un incendio forestal que amenazaba un polvorín militar.
El acto conmemorativo principal tuvo lugar a las 10.15
horas, en la plazoleta Soldado Antonio Güeto, ubicada en el
cruce de las calles Enrique el Navegante y San Juan de Dios.
El acto castrense de homenaje a dicho soldado tuvo lugar
ante el monumento erigido en su memoria. Consistió en un
breve relato de los hechos, una ofrenda floral, un responso
del capellán castrense, el toque de oración y una salva de
fusilería.
La conmemoración estuvo presidida por el coronel jefe de la
ULOG-23, Víctor Manuel Carrillo Hontoria. Al acto asistió
una comisión nombrada al efecto así como antiguos jefes de
la unidad a la que pertenecía el soldado homenajeado.
El día 24 de julio de 1982, Antonio Güeto Ramos, natural de
Onteniente (Valencia) moría en Ceuta en acto de servicio
mientras ayudaba en las labores de extinción del incendio
que se había procedido en las proximidades del polvorín de
El Renegado.
El camión aljibe en el que viajaba como ayudante del
conductor volcó. Falleció prácticamente en el acto mientras
que el conductor Sergio Pérez, de Bilbao, resultó gravemente
herido. Hubo que amputarle una pierna. Previamente, a las
09.30 horas, en la ermita de San Cristóbal, del
acuartelamiento Otero se celebró un oficio religioso en
honor al soldado fallecido en acto de servicio.
|