Un compañero de la profesión con
el que he compartido muchas horas de trabajo en los
diferentes periódicos ceutíes, pues hemos estado juntos en
todos, me decía la razón por la qué no publicaba lo escrito
hace treinta años, donde avanzaba que la ruina de España
sería las CC. AA.
Efectivamente, hace treinta años o algunos mas, cuando
nuestra democracia echaba a andar, escribí que en España
aparecerían tiros por nuestras calles, robos que nunca se
habían dado y que el asunto de “café para todos” a las CC.
AA, harían que estas fuesen la ruina de España.
Desgraciadamente, para todos los españoles, todo cuanto
escribí hace más de treinta años se ha cumplido, como no
podía ser de otra forma. La voracidad insaciable de de las
CC,.AA, queriendo cada día más y más competencias, a las que
no podían hacer frente por falta de medios económicos y, por
tanto, había que inyectarle, cada dos por tres, más y más
dinero, nos han llevado a la situación en la que nos
encontramos.
Parte de esa culpa la tienen aquellos, sean del partido que
sean que le han ido dando esas competencias en la seguridad
que, mas temprano que tarde, habría que darle cantidades de
miles de millones por que no las podían mantener.
Siempre he pensado que jamás se les debería haber dado las
competencias de Sanidad, Educación, Justicia y Fuerzas y
Cuerpos de Seguridad del Estado, porque esas cuatro
competencias deberían ser iguales para todos los españoles.
Ahora nos encontramos, con que habiéndose dado esas
competencias, a las que no pueden hacer frente, con
hospitales que se cierran y aeropuertos y líneas aéreas que
han desparecido del mapa.
En los momentos actuales, con la creación de esos mini
estados, cuando la “teta de la vaca” ya no da más leches,
porque nos dejaron las arcas del Estado con más telarañas
que la caja fuerte que me compre hace cuarenta años y que
aún no la he abierto, su voracidad insaciable les hace pedir
más y más dinero para solucionar sus problemas, criticando a
Rajoy, sin agradecer los miles de millones de euros que se
les han enviado para que puedan pagar a sus proveedores y
los salarios de sus funcionarios.
Se niegan a apretarse el cinturón, como cada hijo de vecino,
animando desde Cataluña a enfrentarse, todas las
comunidades, al Estado. Eso se llama, aunque ustedes no lo
crean, solidaridad. Ellos se aplican el refrán ”ande yo
caliente, ríanse las gentes”.
Mientras exista el “café para todos”, se le sigan dando
competencias, en vez de quitarles todas aquellas que no
pueden con ella, que se prestan a la duplicidad, añadiendo
su voracidad insaciable, España siempre será una ruina.
Aquí nadie quiere ponerle el cascabel al gato. Sólo se
preocupan de echarse las culpas unos a otros, sin que nadie
quier aceptar las suyas propias. No es de recibo, que
quienes nos han dejado en la ruina por no hacer los deberes,
cuando tuvieron siete años para hacerlo, quieran culpar de
esa ruina a quines sólo llevan siete meses. Y mucho menos
que nos vengan diciendo que ahora tienen la solución al
problema. No me río. La cosa es demasiado seria.
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