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sociedad - MARTES, 24 DE JULIO DE 2012


Los jardines de la Hípica. cedida.

eventos
 

La verbena de las Viudas, una antigua tradición desaparecida

En los años 70 y 80 era la primera celebración del verano ceutí y servía para recaudar fondos para la Asociación de Viudas y Huérfanos de los tres Ejércitos
 

CEUTA
El Pueblo

ceuta
@elpueblodeceuta.com

La antigua verbena de las Viudas que promovía la asociación de Viudas y Huérfanos de los Tres Ejércitos en los jardines del Centro Cultural de los Ejércitos (en la Hípica Militar) ha sido una vieja tradición que surgió en los años 70 y que ha desaparecido, como tantas otras, con el paso del tiempo. Se trataba de la gran primera fiesta del verano ceutí. Y congregaba a unas 1.800 personas que acudían a la velada atraídos por los numerosos regalos de la tómbola (unos 1.300, así como 110 “premios gordos”), donde en alguna ocasión se incluyó un coche. Se trata de una tradición perdida.

Cada 24 de julio, a las once de la noche, se iniciaba lo que era la primera verbena de la temporada de verano en Ceuta. Los jardines de la Hípica se convertían en lugar de cita social del “todo Ceuta” en un ambiente de fiesta muy genuino.La fecha en cuestión se elegía con dos características: la celebración siempre era después de la festividad de la Vírgen del Carmen y suponía el regreso de todos aquéllos estudiantes ceutíes que cursaban sus estudios lejos de Ceuta. Otra característica es que se celebraba también antes de la festividad de Santiago Apóstol y siempre en sábado por la noche.

Una fiesta que suponía prácticamente los prolegómenos de la Feria y surgió en 1.975, año en el que se recaudaron 600.000 pesetas, desapareciendo en 1.987, con ocasión del atropello que sufrió el entonces coronel Luis Manso, verdadera “alma mater” y artífice de una tradición que tuvo gran arraigo, no sólo entre los militares sino entre el personal civil.

El auge paulatino de esta verbena viene marcada por la afluencia de público (llegó a las dos mil personas) y a la recaudación: de las 677.445 pesetas del año 1.975 a los 4.103.975 pesetas en 1.985, llegándose a veces, hasta los 5 millones de pesetas y en una ocasión se sorteó, incluso un coche: un Seat 850.

Quiere decirse que el atractivo y la imaginación para recaudar dinero en favor de las Viudas y Huérfanos de los Tres Ejércitos y de la Guardia Civil, hacía que el personal se volcara y que el comercio local hiciera gala de su altruismo y colaboración con la donación de no menos de 1.300 regalos, de los que entre 75 y 110 eran lo que se consideraba como “premios gordos”.

La captación de regalos se hacía de la manera más estricta y contrastada posible para su control: aquél que recogía el regalo indicaba modelo para ser meticulosos en las donaciones, lo recogía un soldado habitualmente y llevaba en su poder un documento identificativo del regalo. En cuanto a los números de la tómbola para el sorteo, los designaba en cada regalo un oficial por cuartel; también se hacía un control riguroso de las tiendas que donaban regalos y los premios donados se firmaban a la recepeción para acreditar su depósito. Es digna de destacar la labor filatrópica del comercio local con la entrega de regalos de todo tipo: vajillas, televisor a color, un ciclomotor, máquinas de coser automáticas, planchas a vapor, entre otros. Ahora bien, había anécdotas como ésta: se daba el caso que no siempre se retiraban los regalos, ya que el premiado lo dejaba en depósito para que se sorteara en otra edición. De manera que se dió el caso que, de los 95 premios de que consta la tómbola entre los premios considerados “gordos” solamente se retiraron 74, quedando los 21 restantes en “stock” para el año siguiente, como sucedió en 1.985.

Otra de las peculiaridades que caracterizaron esta verbena de las Viudas, a lo largo del tiempo era el aumento de la recaudación: Así bajo la presidencia de la señora de Otero Saavedra en los años 1976, 77 y 78 se recaudaron 855.000, 1.115.000 y 1.150.000 respectivamente. En los años 1.979 y 80, las recaudaciones brutas fueron de 1.718.000 y 2.033.000 pesetas, siendo presidenta de la Asociación (que recaía en la esposa del Comandante General de turno), era la señora de Polanco. En los años 1.981y 1.982, la señora de Mariñas eleva estas recaudaciones a 2.541.000 y 2.790.000 `pesetas. Después, con la señora de carroquino,se recaudaron 2.957.000 y al año siguiente, se subió a 3.406.00, hasta llegar a los 4.103.000 en la que era presidenta la señora de Arnáiz.

Esta Asociación de Viudas y Huérfanops de los tres Ejércitos fue fundada durante el Protectorado español en marruecos, por el entonces Alto Comisario, siendo su esposa la Presidenta (tradición que continuó con el paso del tiempo), que presidía una Junta en la que formaba parte un Oficial que era el Asesor Militar de la misma y que estaba destinado en una Unidad de la plaza y no recibía ninguna remuneración por su labor en esta Asociación. Al término del protectorado en 1.956 la Asociación de Viudas y Huérfanos de los tres Ejércitos pasa a Ceuta siendo la presidenta la esposa del Comandante General hasta su desaparición en el año 1.991. Fue nombrado Asesor Militar y Ejecutivo de la mencionada Asociación el entonces capitán de Regulares, Luis Manso hasta su ascenso a coronel en 1.987. El numeroso público acudía a la verbena que amenizaban dos orquestas, atraídos por los interesantes regalos que se sorteaban y por el ambiente de una velada de verano ceutí, pródiga en convivencia, amistad y fiesta. Una tradición que, tristemente ha desaparecido y que animaba los días previos a la Feria. Una lástima.
 

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