La Ciudad y las centrales sindicales mantienen la mirada
puesta en la reunión que volverán a celebrar el próximo
jueves para terminar de cerrar la nueva jornada laboral. El
nuevo ‘caballo de batalla’ de los sindicatos es la
aplicación de la jornada laboral de 42,5 horas. A este
respecto la Ciudad presentó una serie de alternativas que
las centrales sindicales están estudiando aunque CSI-F
también presentó otra alternativa que la Ciudad está
estudiando y que podría ser viable.
Después de las intensas y multitudinarias protestas
efectuadas la pasada semana debido a los “injustos e
ineficaces” recortes según los sindicatos esta semana ha
comenzado con cierta calma pero con la mirada puesta en el
próximo jueves cuando nuevamente la Ciudad y las centrales
sindicales vuelvan a reunirse para terminar de perfilar y
acordar la nueva jornada laboral.
Las centrales sindicales se encuentran estudiando las
propuestas realizadas desde el Ejecutivo sobre la nueva
jornada laboral a aplicar una vez entrada en vigor la Ley de
Presupuetos y del Real Decreto 20/2012 que afecta a la
función pública.
Con respecto a la jornada de 37,5 horas todo parece haber
quedado claro y el problema se ha presentado para aquellos
trabajadores que en la actualidad desempeñan una jornada
laboral de 40 horas, ya que pasarían a realizar 42,5 horas,
como es el caso de los Bomberos y la Policía Local. A este
respecto, el consejero de Economía, Hacienda y Recursos
Humanos, Guillermo Martínez, ofreció a los sindicatos dos
alternativas: la creación de una bolsa de servicios
extraordinarios a disposición de la Administración con la
que se cubrirían determinados servicios como la Feria, las
cabalgatas o la Semana Santa, o también la posibilidad de
mantener las 40 horas pero reduciendo la jornada especial de
5 horas a dos horas y media.
A la primera de las opciones, CSI-F ha presentado también
una alternativa que la Ciudad se encuentra estudiando y que,
hasta confirmación oficial en la reunión del próximo jueves,
“la Administración podría ver con buenos ojos” y es que CSI-F
abría la puerta a los funcionarios y empleados públicos,
cuya jornada laboral se verá incrementada a 42,5 horas, a
poder elegir si entrar a formar parte de la citada bolsa de
servicios extraordinarios o por el contrario a que se le
reduzca la jornada especial a la mitad.
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