Nada nuevo bajo el sol. Si no
existen motivos bastantes para lanzar una batería de
opiniones negativas en contra de la gestión del Ejecutivo
local, en base a un tema concreto y bien definido o de una
actuación que cumpla el requisito de haber sido inmediata en
el tiempo y que se pueda tachar de “desafortunada” por sus
resultados, los de Caballas están más que dispuestos a
mantener su “cupo de protagonismo” en los medios aunque sea
a base de generalizaciones y de la insana práctica de una
especie de “oposición globalizada”. Así que lanzan
“acusaciones” bastante inconexas ¿ Y cual es el “leit motiv”
de la imputación de hace algunas horas? Pues culpar al
Gobierno de Juan Vivas de que las empresas municipales y sus
trabajadores viven con un “estado de nervios”. ¿Y quien en
la España del déficit y de la demostración audaz de que
tenemos cojones más que bastantes cómo para sacar adelante
la empresa llamada Patria no “está de los nervios”?.
Mi opinión es que los de Caballas se ven obligados a
levantar la voz, sin auténtica mala intención, tan sólo por
el afán de hacerse notar en su papel opositor y crispar un
poco el ambiente con noticias sesgadas y con opiniones
fáciles de entrecomillar, siempre buscando los putos
titulares para airear sus quejas ¡Y miren que tienen quejas!
De hecho se comenta a nivel UE que se quejan más que una
octogenaria a la que le hicieran de cara a las vacaciones
“la ingle brasileña”. Con cera y tirón. ¡Un daño…!. No
obstante esta especie de tentativas de burda
desestabilización jamás encontrarán eco en la ciudadanía, no
es cierto que los empleados de las empresas municipales
anden penando por el miedo a perder sus puestos de trabajo
ante la falta de materialización de unos acuerdos de fusión
de empresas que no son precisamente “el huevito que se echa
a freír” sino que requieren muchas horas de estudio
desgastándose los codos y la aplicación de unos
conocimientos de economía y de administración pública que
permitan gestionar esas fusiones de la forma más ventajosa y
fructífera para la ciudad. ¿Qué piensan que hacen nuestras
responsables políticos? ¿Rascarse los huevos?.
El supuesto “desconcierto” no reside precisamente en la
lenta pero eficaz y operativa gestión pública “despacito y
con buena letra” sino en la estulticia y en la frivolidad a
la hora de emitir noticias capciosas, precisamente en unos
momentos históricos en los que los españoles tenemos que
aunarnos en encontrar soluciones y tratar de mantener el
ánimo y la esperanza.
Estulticia dentro de la conducta tendenciosa porque Juan
Vivas ha dicho, repetido, jurado y constatado que no
existirá en ningún momento destrucción de empleo a
diferencia de otras Autonomías donde se está despidiendo a
docenas de empleados. Ajustes, recortes, sacrificios, pero
con el trabajo fijo. Es sabido que, cuando se llega a una
ciudad siempre hay que hacer una primera y esencial pregunta
y es la de requerir si en ese lugar “la palabra de un hombre
vale más que su firma”. Si la respuesta es negativa mejor
largarse porque el lugar es una mierda. Pero en el caso de
Ceuta, las palabras formuladas por el Presidente parece que
van en serio con la firme decisión de no destruir empleo, se
fusionen o no se fusionen, se amalgamen o no se amalgamen o
se vayan directamente a tomar por el culo las empresas
municipales que no rinden. La defensa de los puestos de
trabajo de los empleados, llueva o no llueva, ha sido santo
y seña, realidad y ha sido un compromiso auténtico.
“A palabras necias oídos sordos”. Y valga de reproche moral
la reflexión de que, en los momentos difíciles tanto
económicos como políticos, se puede discrepar y criticar,
pero siempre aportando positivismo y buenas soluciones, lo
que no se puede es ser carroñero. Porque eso es lo peor.
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