Aquello era la muerte en persona,
el buceador aguantaba, Don Ignacio con más horas de
navegación que Cristobal Coilón y los dos novatos, en medio
de la bocana... nos entraron los mareos de la muerte, en mi
cabeza estaban el bocadillo de atún, la coca cola, las
gambas, el yogur líquido.
Yo miraba a la chica y hasta ya me parecía fea... Menos mal
que aguantamos el tipo, y nos dispusimos a desembarcar al
buceador en el CAS, y regresar a la zona de atraque, donde
estaba la Base Cecomar Ceuta. Allí Ignacio, avisó por radio
de nuestra llegada y se subió a tierra firme todo lo que
había a bordo : desde el motor, el tanque de gasolina, el
inflador, el agua ( que no faltase nunca ), los remos, la
chica- por supuesto todos se rifaban por cogerla- Don
Ignacio y el último , un servidor.
Daba mil pesetas por coger el wc, y aquello fue el volcán
del Vesubio en erupción. Creí que me moría por las trancas,
y hasta resucité... De lo que me entró, no limpié ni la
embarcación zodiac, ni recogí ni firmé mi parte de
navegación. También se encontraba en la estación de
salvamento , el personal de la Armada auténtico, recogiendo
la zodiac negra de la Marina de Guerra.
Cuando llegué a casa, con salitre y olor a gasolina, caí
desplomado en la cama. Ni catorce ferias que hubieran pasado
por encima mía. Ya había tenido mi bautismo de mar, en la
Estación Naval de Salvamento...
Al dia siguiente tenía ya mi primera guardia como
voluntario, . Era una jornada de ocho de la mañana a cuatro
de la tarde. Me dieron el toque de atención por haberme
“escaqueado” el dia anterior. Me hice el remolón de que yo
no sabía nada de como funcionaba aquello. No fuera a ser que
tuviera que contar lo de la descomposición maritima...
Aquella guardia la recordaré, porque no aparecían muchos de
la Agrupación a Flote, para organizarse en llevar las
embarcaciones de Nivel C, o sea las zodiac. Fulanito estaba
durmiendo de feria, el otro que no había llegado todavía de
la feria, aquel otro apareció con una tajada impresionante,
hasta que se cubrieron las dotaciones.
Yo alternaba el servicio de puerta con el de la sala de
radio. Como la cosa iba de novato, tenía que estrenarme con
el sobresalto de la radio, en pleno cinco de agosto, dia de
la travesía a nado del puerto, desde el muelle Alfau hasta
la Fabrica de Hielo.
Mira por donde , con todos los nadadores por en medio del
puerto, se ve LA SILUETA DEL NAVIO, el mítico “Virgen de
Africa”, a punto de entrar por la bocana a toda pastilla...
Escucho por las emisoras de la sala de radio, a las
inolvidables 27 megaciclos, con los canales pesqueros, el 4
y el 9, la de dos metros..., la VHF con el canal 16 de
emergencias, la decamétrica, y los walki-talkis, con sus
cargadores, para salir cualquier acontecimiento, de repente,
el escándalo se monta por todas las emisoras, los
organizadores, y las coberturas de la misma, “avisen al
Virgen de Africa”, que paren máquinas, que están los niños
nadando por el puerto... No sé como fue que entiendo, que me
dicen “ llamalo tu” . Eso va en otro capítuclo.
Continuará...
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