Lo del dopaje en ciertos
deportistas, entre ellos los ciclistas es una realidad, como
ha quedado demostrado en el transcurrir de los años con
determinados casos. Habiendo saltado un nuevo escándalo a la
opinión pública hace unos días, ya que el ciclista
luxemburgués Frank Schleck del equipo RadioShack, se ha
visto obligado a abandonar el Tour de Francia, al dar
positivo por xipamide, según la Unión Ciclista
Internacional, en un control antidoping que le fuera
realizado el pasado 14 del presente mes.
A lo largo de la historia reciente y pasada, diferentes
deportistas actuando tanto individual como colectivamente en
grupos, encumbraron a sus países en la élite mundial de los
deportes. Siendo España actualmente un claro exponente de
ello. Pero determinados elementos del anterior régimen
democrático como del actual, al ser unos políticos
volatineros y oportunistas, se aprovecharon de la enorme
difusión hacia el mundo, de los logros alcanzados por
nuestros deportistas.
Una prueba del oportunismo político, pudo concurrir
presuntamente con el proceder que tuvo Mariano Rajoy, tras
anunciar en rueda de prensa en el Palacio de La Moncloa, a
su forma y manera, sobre los 100.000 millones de euros
necesarios para el rescate de Bankia. Dando a entender don
Mariano, que el problema económico español lo había ya
resuelto, marchándose inmediatamente después de la rueda de
prensa a Polonia, para presenciar en director la final del
pasado Campeonato Europeo de Fútbol entre España e Italia.
Ya que al ser quien es y lo que representa para su partido,
entendía que tenía que estar en la tribuna de autoridades,
no sólo para salir en las fotos, sino para vender su
política deportiva de la Marca España.
Por ello, como muchos políticos y sus formaciones con tal de
captar simpatías y votos practican lo del “ave que vuela a
la cazuela”. El Consejo Superior de Deportes o quien
corresponda del Gobierno estatal del Partido Popular de
Mariano Rajoy, auspiciado, supongo, por encumbrar aún más la
grandeza de nuestros deportistas a través de su política.
Para los próximos Juegos Olímpicos a celebrar en Londres,
han diseñados unas prendas de uso obligado para nuestros
olímpicos, que están siendo el hazmerreír de todo el mundo,
al ser una horterada o algo más de nuestra clase sin clase
alguna política, apropiada a la situación tan decadente, en
la que se encuentra esta España de los Manolo Escobar y ‘El
del bombo’.
Esas circunstancias adversas no han concurrido únicamente en
el deporte español, ya que todo cuanto ocurra en un país,
gira alrededor de la situación que atraviesa. Reflejándolo
en su día en el mundo del toro, el filósofo Ortega y Gasset,
diciendo: “La historia del toreo está ligada a la de España,
tanto que sin conocer la primera, resultará imposible
comprender la segunda”.
Por ello, pienso, que si la historia del toreo está ligada a
la de España, la historia del deporte es más que evidente
que también. Y al ir de la mano, no es pureza ni verdad todo
lo que ha relucido, tanto en el aspecto político como en el
aspecto deportivo y otros. Ya que si concretos deportistas
españoles del fútbol, ciclismo, boxeo, waterpolo, atletismo,
etc., han estado salpicados con graves acusaciones, de
consumir… presuntas sustancias, para obtener resultados
amañados a través de ayudas…no permitidas.
Ciertos políticos también, como es el caso del presunto
chorizo, el ex director de Trabajo de la Junta de Andalucía,
Francisco Javier Guerrero, encarcelado desde marzo pasado,
por su presunta implicación en los escandalosos expedientes
de regulación de empleos (ERE). Con el agravante, además,
según trascendió a la opinión pública en diferentes medios
de comunicación, de haber sido acusado también por su ex
chófer, Juan Francisco Trujillo, de “comprar cocaína para su
jefe y para él con dinero procedente de un ERE que le fue
concedido”.
Siendo llamativo, que la familia de Guerrero, esté pidiendo
vía mensajes móviles, ayuda económica a conocidos y amigos,
para que le ingresen dinero en una cuenta corriente de una
entidad bancaria, para sacarlo de la cárcel, si consiguen
pagar la fianza de 250.000 euros que le fue impuesta por la
jueza instructora.
No creyéndome que Guerrero esté tieso, tras tantos años en
la Junta de Andalucía, manejando los dineros públicos a
espuertas, presuntamente, sin control alguno. Sonándome más
bien a otra cosa esos mensajes, si no le ayudan
económicamente otros posibles implicados de las presuntas
tramas choriceras de su particular marca política. Porque en
esos mensajes figura además: “Guarda el resguardo del
ingreso para devolverte el dinero. Pásalo”.
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