Más personas de lo habitual, unas 600, salieron ayer a la
calle en Melilla para protestar contra los últimos recortes
aprobados por el Gobierno, entre ellas el 90% del Cuerpo de
Bomberos. Se dieron cita a las 20 horas en el islote justo
frente a Delegación, desde donde empezaron a avanzar hasta
llegar al mismo edificio, cosa que la Policía intentó evitar
sin éxito, produciéndose el momento más tenso de la jornada.
Durante más de una hora, el tráfico a esa altura de la
Avenida de la Marina Española estuvo cortado. Alonso Díaz
cree que Melilla “empieza a despertar”, en relación al apoyo
popular a la protesta.
El jueves había convocadas protestas contra las medidas
aprobadas por el Gobierno de Rajoy en más de ochenta
ciudades, entre ellas Melilla. Antes de las 20 horas se
dieron cita en el islote justo frente a Delegación del
Gobierno quienes querían quejarse y esta vez no eran sólo
CCOO y UGT, también estaba el Sindicato Unificado de Policía
(SUP), el Sindicato de Enfermería SAE, la Confederación
Española de Policía (CEP), USO, la Central Sindical
Independiente de Funcionarios (CSIF) y el 90 por ciento de
la plantilla de bomberos, todos salvo quienes estaban de
vacaciones o cubriendo el servicio. Así, empleados públicos
fueron muchos de los alrededor de 600 manifestantes.
Iba a ser una concentración, pero estas personas decidieron
invadir la calzada, pese a que la Policía intentó
retenerlos. Unos hicieron fuerza para llegar a Delegación y
los segundos, para evitarlo. Finalmente, los manifestantes
llegaron a la puerta del edificio, aunque de ahí no pasaron.
Este fue un momento tenso, pero no lo debió ser menos para
quienes se bajaron del barco de Armas que acababan de llegar
de Motril, salían del Puerto en sus vehículos y se
encontraban con que no podían pasar. El tráfico estuvo
cortado más de una hora a esta altura de la Avenida de la
Marina Española. Durante este tiempo, no faltaron las
referencias al delegado del Gobierno para que saliera y
dejara de “comer gambas”, así como a Mariano Rajoy,
preguntándole dónde estaban los puestos de empleo
prometidos. También se acordaron de la diputada del PP por
Castellón, Andrea Fabra, más conocida por su ‘¡Que se
jodan!’, y le pusieron la canción que está circulando por
Internet, que se acuerda de “los que mienten, los que
ocultan, los tramposos, los que insultan, los ministros que
no dicen una palabra”, y, cómo no, se acuerdan también de
Andrea Fabra.
Con la participación de ayer, el secretario general de UGT
cree que Melilla “empieza a despertar”, en parte, por las
últimas medidas aprobadas por el Gobierno, como la
eliminación de la paga extraordinaria de Navidad a los
funcionarios. Los bomberos acudieron prácticamente todos a
la concentración de ayer. Uno de ellos, Francisco Rodríguez,
explicaba que iban para que se les escuchara, cansados de
“agresiones” de este tipo, dijo por los recortes, “los
culpables no somos funcionarios ni los trabajadores”,
defendió, “estamos para servir a la población sin excepción”
y no para sufrir “medidas incomprensibles”. Pidió a los
políticos que “no engañen a nadie”.
Si ayer se vivieron momentos tensos, no lo serán menos los
tiempos que vienen. Al menos así lo cree el secretario
general de UGT, que aseguró que van a seguir con más
medidas, exigiendo, de nuevo al Gobierno un referéndum. “No
descartamos ninguna medida, ninguna que constitucionalmente
nos ampare”, como “las próximas huelgas generales, no hablo
de una”, recalcó Alonso Díaz. De ser así, sería la segunda
huelga en lo que llevamos de año, pudiendo producirse en
septiembre, según estiman los sindicatos a nivel nacional.
El ugetista recalcó, de otra parte, el acuerdo al que
llegaron ayer, “el primero”, entre todos los sindicatos de
la función pública, unos 25, para firmar un manifiesto
contra las medidas del Gobierno, tras el que empezarán a
diseñar actuaciones conjuntas, empezando por una reunión el
24 de julio en Madrid.
No será la última protesta, dejó claro Caridad Navarro. La
secretaria general de CCOO siente que los parados son
tratados como “sospechosos”. Pidió al Ejecutivo que contara
con el pueblo para gobernar. “No vamos a parar de salir a la
calle hasta que lo entiendan o se vayan”, aseveró. CSIF
catalogó de “éxito” la convocatoria de ayer. La ciudadanía
“está concienciándose”.
‘Quieren arruinar el país, hay que impedirlo, somos más’.
Éste era el lema de la pancarta que portaban los sindicatos
a la cabeza de la concentración, y, ciertamente,
concienciados o no, es verdad que eran más que de costumbre,
en una ciudad que no está acostumbrada a quejarse, no, al
menos, en concentraciones de este tipo.
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