Algaradas, manifestaciones,
protestas contra las medidas de austeridad y ahora una
fuerte subida del IPSI que afecta a los escolares y a los
estudiantes. Si hubiéramos seguido con un Gobierno
socialista con los sindicatos fuertemente amordazados por
las subvenciones y entrampándonos cada día más, seguramente
no habríamos topado con estas dificultades. Cómo mucho con
un millón de parados más, más quiebras de pymes, los bancos
maliciando sin control, los chorros de millones de la
Cooperación Internacional adornando el tour de Turismo
Humanitario de cualquier socialista onegetista y al final la
directa intervención de Europa y la quiebra absoluta. Pero
hasta entonces y ejerciendo de cigarras estaríamos
“encantados de habernos conocido”.
El único defecto que se le puede imputar a Rajoy es haber
dicho la verdad con absoluta crudeza y actuar en
consecuencia. Su único pecado es no exhibir las cuentas
exactas del Gobierno socialista para hacernos plenamente
conscientes de cómo, cuando, donde y hacia donde se han ido
los buenos dineros de la etapa de Aznar. Falla la
comunicación y fallan los melindrosos asesores peperos, a
ver ¡Un poquito de populismo, por favor! Que parece que les
están asesorando las Clarisas para que ejerzan con ZP y
Rubalcaba las virtudes lacrimosas de la compasión y la
caridad y no hacerles “pupa”. La pupa la tienen los
españoles y ahora en derivación los padres que se las verán
y se las desearán para comprar los libros de texto.
Pero aprenderemos. Aunque las señales ya estaban claras. En
las escuelas de muchos pueblos andaluces donde sus
habitantes parece que presentían la que se nos venía encima,
ya llevan cursos utilizando el sistema de “heredar los
libros”. Esto consiste en que los alumnos reciben los lirbos
gratis, los forran y se comprometen a cuidarlos cómo oro en
paño con la ayuda y la vigilancia de los padres, porque esos
mismos libros, después de ser borrados caso de que se tenga
que escribir a lápiz en ellos para los ejercicios, son
entregados a final de curso para que “los hereden” los
alumnos siguientes. Van algo ajados pero impecables.
Son el resultado de un esfuerzo colectivo, de una absoluta
concienciación y esos niños y niñas y adolescentes que
utilizan ese sistema en la escuela pública no son “seres
celestiales” sino personas normales, la mayoría de familias
humildes, pero que sienten un enorme respeto por el
privilegio de recibir una educación y que ponen todo de su
parte para colaborar en la educación de los siguientes.
¿Saben ustedes para qué se educa a esos niños de pueblo de
cara al futuro? Se les educa en la auténtica solidaridad, en
el compañerismo, en la responsabilidad de preservar los
libros para que luego otros los aprovechen y para los padres
constituye un reto el que cada texto llegue cómo la
bendición de Dios al año siguiente.
¿Y cómo se llama a la actitud de unos españoles que más de
un jilipollas calificaría cómo catetos o gente de pueblo? Se
denomina tener principios y valores y educar en principios y
en valores y para eso no hay que pertenecer al “ringorrango”
ni a una élite económica, ni a un clan de privilegiados,
para eso hay que ser persona, una buena persona. ¿Qué sube
el IPSI de los libros? Recuperando tan solo los centenares
de millones invertidos en los aeropuertos sin pasajeros de
la era ZP tendríamos para regalar los libros a pares, sin
IPSI y sin leches. ¿Y va el Fiscal General a echar las
cuentas? Eso es, que vayan los padres, los maestros, los
funcionarios y los perjudicados a liarla ante la Fiscalía
para al menos tener el consuelo de saber con nombres,
apellidos y cantidades quienes han despilfarrado, qué
cantidad y de qué manera.
¿No queríamos un “cambio”? Pues ese cambio nos ha mostrado
la realidad sin artificios y sin mentiras ¿Cuánto nos costó
en su momento el “papeles para todos”? Pues ahora a pagar
¿Cuánto nos costaron los miles de cargos de enchufados
socialistas? Pues a purgarlo. Lo malo es que “lo purguen”
las familias y los alumnos, pero lo importante es que este
“hoy” es la consecuencia directa de lo que permitimos que
unos mangurrinos hicieran hasta hace ocho meses. A esos y
sólo a esos hay que reclamar.
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