En menos de treinta años fueron
apareciendo televisiones con más intensidad que las setas en
su temporada, pero de la misma forma que afloraron,
especialmente las autonómicas, poco a poco van a tener que
“cerrar” muchas de ellas y es algo que nos agradaría, por la
desfachatez y la desvergüenza que tanto abunda en muchas de
ellas.
Todo esto ha sido una cuestión de los políticos que han
querido tener sus aplaudidores, para todas sus acciones,
buenas, malas o “mediopensionistas”.
En los últimos 25 años ha habido dos cosas que “han vuelto
locos” a los políticos, una de ellas crearse o adaptar a sus
caprichos sus banquitos, o manejarlos, mejor dicho, acción
que han tenido en las cajas de ahorros, a las que poco a
poco, han ido cambiando, siempre para mal, llegándose a la
situación que tenemos hoy.
La otra apetencia de la casta política, esa gente que tiene
en ruinas el país, ha sido manejar su propia televisión, con
lo que ya tenían su propia “clake” para aplaudir, incluso,
las más nefastas de sus felonías.
Así, nos encontramos con que hay hoy tantos canales,
especialmente autonómicos, que uno se pasaría con el mando
media hora para recorrerlas todas.
No hay ciudad, no digamos comunidad autonómica, que no tenga
su propia televisión, donde van entrando los enchufadetes de
turno, al tiempo que cuestan un riñón a las ciudades, o a
las comunidades autonómicas, y da lo mismo que sea una
Ciudad Autónoma, que la cabecera de una Comunidad Autonómica
uniprovincial o pluriprovincial.
Ahí están esos canales, casi todos ellos muy malos, pero que
se rompen las manos aplaudiendo a sus políticos, a los que
mandan.
Pero ha llegado el momento de la verdad y como esas
televisiones costaban un riñón, como en ellas había y hay
muchos que entraron por la puerta falsa, comienzan “las
rebajas” y ya tenemos la televisión autonómica de Valencia
de la que van a salir por encima de mil empleados, o lo que
es lo mismo, se van a quedar aproximadamente 1/3 de los que
estaban ahí ¿Trabajando?¿Viviendo?.
Primer escopetazo. El segundo puede llegar desde Madrid,
donde se dice que su televisión necesita dinero y quieren
que Doña Esperanza lo termine de solucionar. Mal momento
para milagros, podríamos decir.
Es la segunda televisión que podría recortar, parte de su
plantilla y a ésta no dudemos que va a seguir Andalucía, no
tardando mucho, y las que siguen.
Es el problema de hoy, la televisión está ahí, funciona como
sea, pero está, lo que no sabemos es hasta cuando va a
seguir.
Y si esto sucede con televisiones grandes, no quiero ni
pensar qué puede pasar con la de Ceuta, en cualquier
momento, televisión pública, también, que ya veremos cuantos
recortes sufre.
Yo creo que más de uno y eso llevaría, a varios con los pies
en la calle. Tiempo al tiempo, porque si hay recortes de
trabajadores, si hay menguas en los sueldos, la televisión
no se va a quedar de rositas. Es lo que puede y tendrá que
haber, si es que no seguimos pensando en los aplausos
fáciles por parte de quien más manda en la Ciudad.
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