“A nadie, no avisó a nadie”, aseguran familiares de Mustafa
Mohamed Layachi, ‘Piti’, el último de los tres jóvenes
ceutíes que el pasado mes de abril viajaron a Siria al
parecer para unirse a la resistencia contra el régimen de Al
Assad y que, según han informado a sus familias, han muerto
allí. En el caso de ‘Piti’ les resulta especialmente
llamativo que un chaval que en su día, antes de casarse, se
“juntara” con una chica cristiana, con la que tuvo una niña,
se radicalizara en sus ideas hasta el punto de sumarse a una
rebelión en un país árabe a miles de kilómetros de su casa.
“Esto ni se le ha ocurrido a nadie”, repiten.
Familiares de ‘Piti’, el tercero de los jóvenes ceutíes que
se fueron a Siria en abril cuya muerte ha sido comunicada a
sus allegados, destacan el cambio experimentado en su
comportamiento. Tal como explicaron ayer a este diario,
Mutafa Mohamed Layachi, más conocido por el apodo de ‘Piti’,
era un joven a punto de cumplir 30 años y con tres hijos y
una de ellas, la mayor, de doce años, la tuvo con una chica
“de origen cristiano”. Después se casó con una mujer
musulmana con la que ha tenido a sus otros niños.
El aviso de que ‘Piti’ había muerto en Siria les llegó en la
noche del martes de alguien -no especifican quién ni desde
dónde-, que llamó a uno de sus hermanos, que lo transmitió a
su madre y al resto de miembros de la familia. De hecho,
muchos de ellos comenzaron a congregarse esa misma noche
para rezar por él en su casa del Príncipe Felipe. “Al
principio no estaba muy claro, pero después por la noche
vino el hermano y lo confirmó, estaban incrédulos porque no
viene directamente...; según otro, han llamado de Siria”,
señala uno de los miembros del círculo familiar.
Mustafa trabajaba con el taxi de su amigo “de toda la vida”
Rachid Wahbi, de 33 años. El que ha muerto del Sardinero
(‘Tafo’) tenía una vespa”, explican en relación con las
ocupaciones de los tres ceutíes que en abril se desplazaron
a Siria.
El segundo del que se comunicó su muerte a su familia, el
pasado lunes, es Mustafa Mohamed, ‘Tafo’, que se dedicaba al
reparto con una pequeña furgoneta ‘Piaggio’. ’Piti’ y Rachid,
ambos del Príncipe, iban “a todos los lados juntos, tenían
mucha amistad”, cuentan quienes les conocen, que afirman que
‘Piti’ era “un tío normal” que “se tiraba todo el día en el
taxi”.
A las preguntas sobre la deriva radical islamista de estos
jóvenes ceutíes, que se marcharon para unirse a los rebeldes
sirios en la lucha contra el régimen de Bashar al Assad, sus
familiares responden con incredulidad. “Uno que se juntó con
una chica cristiana y que de repente entre a este tema...,
no te cuadra, a los familiares no les cuadra cómo ha llegado
ahí”, aciertan a decir. Reconocen las personas de su entorno
que de un tiempo a esta parte “sí se le notó el cambio” a
Mustafa, que no obstante “pasaba desapercibido” : “Iba a su
trabajo... y era bueno, era un chaval bueno, un chico de
barrio”, explican.
La madre de Mustafa Mohamed Layachi vive cerca de la antigua
barriada de Las Caracolas, a cuya mezquita iba a rezar
también su amigo Rachid. ‘Piti’ no avisó a sus familiares de
que se marchaba a Siria: “A nadie, no avisó a nadie”,
aseguran, para añadir que según avanzaba el tiempo y le
preguntaban, “dijeron que iban a la península”. “Pasó un
tiempo y dijeron que estaban en Portugal..., decía que iba a
venir; no os preocupéis, decía... Esto ni se le ha ocurrido
a nadie “, concluyen.
Lo siguiente que supieron los familiares es que “estaba ya
en Turquía”, contactaba con su mujer por internet. Ella está
“destrozada”, afirman con un hilo de voz muy triste. “Un
chaval que era así, cambiarse de golpe y porrazo...; y él
era un currante, pero el otro (Rachid), que era dueño (del
taxi)...”, es lo único que repiten compungidos. No se
trataba de personas sin recursos, que no tuvieran para
vivir: “A ver si me entiendes, no tenían necesidad..., como
está la cosa..., de alguien que se agobia, que es padre de
familia y le han ofrecido cualquier cosa..., pero uno que es
dueño de un taxi, que tiene su vivienda, que no le falta de
nada y va a eso..., es que no nos lo explicamos...”.
En el Príncipe se “rumorea”, cuentan estas mismas fuentes,
que junto a Rachid, ‘Tafo’ y ‘Piti’ ha muerto también “un
chico de Castillejos”, de donde “fueron más” jóvenes a
Siria. Las informaciones no obstante son muy escasas porque
este país árabe está inmerso en una violencia creciente.
Ayer mismo se supo de la muerte, en un atentado “suicida” y,
según recogen las agencias de noticias, del ministro de
Defensa, Daoud Abdelá Rayiha, en la capital, Damasco,
asolada en los últimos días por los combates.
No hay denuncia
En la Jefatura Superior de Policía de Ceuta confirmaron ayer
que no existe denuncia relacionada con la situación de estos
tres ceutíes. Y es que las dificultades para obtener
información fidedigna del conflicto son muy grandes y la
mayor parte de la que sale al exterior es o bien de fuentes
de los rebeldes y de sus Comités de Coordinación Local o
procedentes del Gobierno de Al Assad. Tampoco hay, por
tanto, confirmación oficial de la muerte de estos españoles
en Siria, un país en el que no queda representación
diplomática europea.
Por su parte, la familia de ‘Tafo’, en concreto, su padre
Mohamed Mohamed Abdeselam, presidente de la Asociación de
Vecinos del Sardinero, con quien este diario contactó ayer
por teléfono, no quiso hacer declaraciones y afirmó que se
publican “mentiras”.
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