La celebración de la festividad de la Vírgen del Carmen,
patrona de la Comandancia de Marina, de la marina deportiva
y de los pescadores, proviene de una tradición que surgió en
el siglo XVIII, desde entonces cuenta en Ceuta con templo
propio y una tradición que, en los últimos años, ha ido a
menos, en cuanto a celebraciones populares.
La celebración popular en cuanto a verbenas que se
celebraban en el muelle de pescadores, con el paso del
tiempo y la desaparición paulatina de la tradición pesquera,
con los diversos avatares sufridos, ha ido decayendo, hasta
convertirse en la actualidad en un agradable recuerdo. En la
explanada del anterior enclave del muelle pesquero, en lo
que actualmente es el Poblado Marinero, se celebraron
verbenas y numeroso público disfrutaba de esta celebración a
nivel popular.
Conviene recordar, sin embargo que los orígenes marineros de
Ceuta estuvieron ligados en un principio a San Antonio hasta
que en el siglo XVIII tiene su eclosión la devoción a
Nuestra Señora del Carmen, que en Ceuta contó entonces con
templo propio.
Tanto la Comandancia de Marina, como la marina deportiva y
la de pesca, celebraban en los días previos a la festividad
bailes y verbenas que aprovechaban la temperatura de esos
días, para la diversión en un ámbito popular.
Estas celebraciones se han ido perdiendo, paulatinamente, a
la vez que la tradición pesquera de Ceuta, ya que los
pescadores que siempre representaron un sector genuino y
destacado, con el paso de los años, han quedado en una
actividad prácticamente residual. Por ello, la mirada atrás
en sentido retrospectivo, ha de ser de nostalgia, de
recuerdo de un pasado que fue bastante mejor que el
presente, aunque éste a duras penas ha podido mantener la
tradición de sacar en procesión a la Vírgen del Carmen,
tanto en la Almadraba como en la Iglesia de Africa.
La única situación que no ha variado en los últimos años ha
sido que, el dia grande, el 16 de julio se celebraban dos
procesiones: en la Iglesia de la Almadraba sale la primera
de ella sobre las siete de la tarde y en la explanada
colindante con el templo se celebra una Misa que es seguida
con gran fervor por multitud de personas de esta barriada
tan marinera y de otras que se incorporan por su fervor a la
Vírgen del Carmen. Al término del oficio religioso, siempre
amenizado por un Coro rociero, se pasea en procesión a la
Vírgen por las calles de la barriada.
La procesión que sale de la Iglesia de Africa, tras llegar
al puerto deportivo, embarcan a la Vírgen en una traiña en
la que hace procesión marítima mientras que decenas de
barcos la acompañan engalanados y haciendo sonar sus
sirenas. Un espactáculo nocturno digno de ver y vivir.
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Las verbenas populares han desaparecido últimamente
La celebración de la festividad de
la Vírgen del Carmen ya no es lo que era. En los últimos
años, desde que la Lonja de Pescadores se trasladó al final
del Parque Marítimo y perdió su arraigo entre lo que hoy es
el Puerto Deportivo y el Poblado Marinero, las verbenas que
se celebraban y la popularidad de la gran concurrencia de
ceutíes que acudía al lugar, ha ido desapareciendo. Si a
esta circunstancia unimos la decadente situación del sector
pesquero local, comprenderemos que unicamente mantiene viva
la tradición la celebración religiosa y la procesión como
únicos exponentes de algo que ha ido desapareciendo a través
del tiempo: una celebración muy popular y participativa,
casi como preludio a la Feria de Ceuta, en donde se tapeaba,
se bebía, se bailaba y, en definitiva, marcaba la impronta
de una ciudad marinera celebrando su propia esencia.
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