Rabat, la bella capital del Reino
de Marruecos que el 29 de junio fue declarada en San
Petersburgo “Patrimonio de la Humanidad” por la Unesco,
acoge este fin de semana en el estadio Mulay Abdallah el 7º
Congreso del Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD),
los islamistas parlamentarios marroquíes ganadores por
goleada en las elecciones generales del pasado 25 de
noviembre y que desde el 3 de enero forman el gobierno
oficial del país en colaboración con el conservador partido
del Istiqlal (Independencia) y el PPS (Partido del Progreso
y el Socialismo), tutelados eso sí muy de cerca por el
equipo de consejeros reales, cuyo número fue duplicado en
2011 por Mohamed VI y que inmediatamente después de la
sonada victoria electoral del PJD incorporó aun dos nuevos
miembros: el diplomático tetuaní Omar Azzimán, ex embajador
en España y el ex ministro delegado de Interior y fundador
del Partido de la Autenticidad y Modernidad (PAM), Fouad Alí
El Himma. El congreso del PJD se celebra a caballo entre el
inconcluso XVI congreso del Istiqlal del 29 de junio,
reportado a septiembre y el previsto también para este mes
por otro histórico partido político, la Unión Socialista de
Fuerzas Populares (USFP).
Entre otros valores, hay que reconocerle al PJD (éste es ya
mi tercer congreso) su impecable y cuidada organización y la
estudiada puesta en escena, con un coste estimado en el caso
que nos ocupa de casi medio millón de euros. Ayer sábado el
gran estadio donde se celebra el congreso se encontraba a
rebosar: si el número de militantes del partido se ha casi
duplicado en los últimos cuatro años, los congresistas
pasaron de 1.630 a 3.300, estando también representados los
cinco millones de marroquíes residentes en el extranjero (MRE).
Asisten así mismo delegaciones extranjeras de todo el Magreb,
además de Egipto y Turquía, una delegación de ciudadanos
sirios y obviamente Palestina, representada a dos bandas por
Al Fatah y Hamás, cuyos titulares fueron largamente
vitoreados. España estuvo presente con la diputada Carmen
Quintanilla, del Partido Popular (PP), quien a las 14.45
subió al estrado saludando a los presentes en nombre del
presidente Rajoy, teniendo unas simpáticas y afectuosas
palabras para el secretario general y jefe de Gobierno,
Abdelilah Benkirán, quien previamente la había presentado
como “amiga de un partido amigo, con el que hacemos todo lo
posible para mejorar las relaciones con España o sea que
recibirla con cariño”, advirtió. Quintanilla recordó los
números lazos que unen a España con Marruecos, calificando
al régimen político marroquí impulsado por Mohamed VI como
“un referente para la democracia en todo el mundo árabe” y
glosando los valores de “libertad y justicia” de la nueva
Constitución del país plebiscitada de forma mayoritaria el 1
de julio de 2011. Señalemos que el PSOE, cuya invitación me
consta fue llevada en mano a Madrid, declinó la asistencia.
La activista yemenita Tawakkul Karman, una de las tres
mujeres nominadas con el Premio Nobel de la Paz en el 2011,
fue también largamente ovacionada al dirigirse al congreso.
En su alocución a los presentes a eso de las 13.30 hora
local, un elegante y relajado Abdelilah Benkirán, vestido
con traje crema, camisa blanca y para variar corbata color
vino de Burdeos (lo escribo sin maldad, que conste en acta),
destacó a nivel internacional glosando la experiencia
europea, su mano tendida al vecino argelino “para la
apertura inmediata de la frontera” a la vez que enfatizó
como “columna vertebral del PJD” su solidaridad sin fisuras
con la causa palestina (recuerdo aquí el entusiasta apoyo a
Hezbollah durante la celebración del congreso anterior del
PJD, en julio de 2008), a través de Al Fatah pero sobre todo
con los islamistas de Hamás. En cuanto a la crisis económica
que ya se está cebando en Marruecos, Benkirán advirtió que
“se está haciendo todo lo que se puede”, “hay que abrir más
puertas”, lo que no es óbice para que pese a las
dificultades económicas en aumento el programa de
rearmamento marroquí no se vea afectado: así la flota de
aeronaves F-16 se verá equipada con modernos misiles de
origen norteamericano, mientras que la operatividad del
ejército de Tierra será notablemente incrementada con la
adquisición de 200 modernos carros de combate tipo Abrams.
No en vano, Marruecos se acaba de comprometer a sostener y
adiestrar al maltrecho ejército de Mali. ¿Será reelegido hoy
domingo el fogoso Abdelilah Benkirán al frente de de la
secretaría general del partido…? Eso apuntan todos los
augurios, aun cuando como advierte el popular dicho del país
“Si vives en Marruecos no te extrañes de nada”. En cualquier
caso, Benkirán se dio ayer entre los suyos un baño de esos
de multitudes que hacen época. Cae un sol de justicia, el
“chergui” (viento seco sahariano) se hace sentir y hasta el
martes que viene la Dirección Nacional de Meteorología
anuncia una ola de calor que hará oscilar los termómetros
entre los 38 y 48 grados centígrados, según la región del
país. Aquí, en Rabat, la brisa del océano que entra a través
del valle del Bougregueg algo alivia el ambiente. Y eso es
mejor que nada. Visto.
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