La Ciudad gasta al año una media de 200.000 euros en pagar
la tasa de traslado a la planta de transferencia de los
vertidos ilegales. A esta cifra hay que añadir el coste de
personal que supone cada vez que hay que limpiar, por
ejemplo, una zona del monte como Cuatro Caminos, una de las
más afectadas. El consejero anuncia que se van a tomar
medidas “más contundentes”.
La Ciudad gasta al año una media de 200.000 euros en pagar
la tasa de traslado a la planta de transferencia de los
vertidos ilegales. El consejero de Medio Ambiente, Servicios
Comunitarios y Barriadas, Gregorio García Castañeda, informó
de que se van a tomar “medidas más contundentes” en este
sentido.
A estos costes hay que añadir, continuó García Castañeda,
los que supone la mano de obra y la maquinaria que se lleva
hasta el lugar, como es el caso del Parque Móvil. “Hay zonas
que se limpian cada quince días y otra vez se han vuelto a
verter residuos”, comentó indignado.
García Castañeda ha visitado a lo largo de esta semana las
zonas de Cuatro Caminos (en San Antonio), las Caracolas,
Benítez-Calamocarro, Arcos Quebrados y Príncipe Alfonso.
“Hay algunos lugares que se podrían cerrar, como ya se hizo
anteriormente con el Llano del Jato, pero por ejemplo, en
Cuatro Caminos la zona no se puede vallar porque si no, no
pueden acceder ni los camiones de limpieza ni los de
Bomberos si se produce un incendio”. “No se puede ni tapar
ni reducir la zona”, sentenció. En Cuatro Caminos hay en
estos momentos restos de vehículos y “varias bolsas”. En
relación a los tipos de residuos que se encuentran en estas
zonas son, “principalmente escombros de las obras”. “El plan
de ruta preparado por la consejería no funciona porque hay
que ‘volver atrás’ cada día por la cantidad de residuos que
se tiran”, se lamentó el consejero.
En cuanto a las sanciones que se imponen, el responsable de
Medio Ambiente aseveró que “a todo infractor que se coge ‘in
fraganti’ vertiendo cualquier tipo de residuo en la vía
pública o en el monte se le sanciona”. Las multas oscilan
entre 150 y 3.000 euros, dependiendo de la cantidad y del
tipo de vertido.
Por otro lado, García Castañeda también se refirió a la
limpieza de solares privados, de la cual también se hacía
cargo la Ciudad. Ahora se instará al propietario a que lo
limpie porque “es un perjuicio para el resto de los vecinos;
hay que aplicar las ordenanzas y los solares deben estar
limpios y cerrados porque estos trabajos también costaban
mucho dinero”. “Al dueño se le dará un plazo de tiempo para
que lo limpie y si no, la Ciudad será la que tenga que tomar
las medidas oportunas”, sentenció.
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