Siempre hay una justificación para todo y el Partido Popular
se ha dispuesto a dar datos contradictorios y carentes de
validez con tal de seguir castigando a quienes menos culpa
tienen”.
¿Dejar de cotizar a la Seguridad Social por cuidar a una
persona dependiente? Sólo tiene dos explicaciones: con la
nueva orden de “cobrar hasta por respirar”, quieren sacar
rentabilidad del cuidado de una persona dependiente y así,
que sea la familia quien costee los gastos derivados de una
mejor calidad de vida, de todas formas, ¿a quién le importa
este sector si no son productivos para la sociedad y sólo
acarrean gastos? ¿Acaso no se han atrevido a cobrar por el
agua en los hospitales o negociar, como pretenden hacer en
Ceuta, con las víctimas de violencia de género? Por tanto,
esa puede ser una respuesta que lo único que conseguirá es
aumentar la economía sumergida.
Pero puede existir otro interés que no es más que querer
aislar y hacer dependiente, también, a las mujeres. Sí, las
mujeres, pues son la gran mayoría las que deciden dejar de
trabajar y dedicarse al cuidado exclusivo de esa persona que
necesita una atención especial las 24 horas del día y, por
tanto, estamos hablando de volver a excluir, limitar, y
anular a un sector que necesita el apoyo, la protección y el
reconocimiento de la administración. ¿Acaso no están
trabajando y haciendo una inmejorable labor al sector de la
política social y la igualdad? Pero claro, parece ser que al
Gobierno de Rajoy nada que huela a eso puede ser digno de
una prestación, un esfuerzo y una gestión. Volvemos al
principio, estuvieron en contra de la Ley de Igualdad, del
reconocimiento de las empleadas de hogar, y han boicoteado,
una y otra vez, la Ley de dependencia hasta querer hacerla
desaparecer con el endurecimiento de sus criterios y la
reducción de los presupuestos.
Quizás pueda adelantarme a los comentarios de algunas
personas que pensarán que esto es una simpleza en
comparación con la cantidad de asuntos que quedan por
resolver, en cambio yo pienso que esas cosas se
solucionarían más rápido si todo el mundo tuviera unas
condiciones de vida estables, dignas y equilibradas, pero
hablamos de lo contrario pues, con estos recortes, más de
178.300 personas, casi todas mujeres, dejarán de tener una
pensión de jubilación, un seguro de incapacidad y, ahora,
una tarjeta sanitaria.
¿Quién dijo miedo y valor? Nadie, ahora más que nunca hay
que armarse de fuerza, lucha y coraje para reivindicar la
esencia de lo que verdaderamente importa, seguir en la
primera línea de combate a pesar de las críticas, los
desprecios y la ignorancia porque en esa ola de poder
neoliberal, la democracia, la sostenibilidad, la igualdad,
la dignidad y el valor humano, alcanzarán las cotas de los
puestos de salida y la roja, la roja socialista, inundará de
nuevo las calles, porque el único balón que está en juego es
el de las personas. Por cierto, ¿cuánto tardarán en eliminar
otro de nuestros logros? La prestación económica para ayudar
a las familias que tienen menores gravemente enfermos, para
que puedan reducir sus horas laborales sin ver sus ingresos
disminuidos. Tiempo al tiempo.
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