De nuevo se ha producido un debate
en el Congreso en el que han sobresalido los contendientes
Alfredo Pérez Rubalcaba vs Mariano Rajoy Brey (ya sabemos
que vs -versus- es una palabra latina que significa “frente”
y que se suele emplear para anunciar principalmente combates
de boxeo). En realidad ha sido un enfrentamiento de
dialéctica sencilla sin sutilezas, argucias, ni distinciones
ingeniosas e inútiles. O sea, todo lo contrario de aquellas
contiendas entre el mismo Rajoy y el presidente Zapatero,
algunas de las cuales tuvimos ocasión de comentar en nuestro
diario.
En esta ocasión el “combate” ha sido de guante blanco. Ni
vencedor ni vencido lo que en términos boxísticos se llama
mach nulo. Aquí el único perdedor ha sido el espectador
(entiéndase ciudadanos de distintas clases sociales,
principalmente los menos favorecidos, que verán mermados sus
derechos adquiridos algo que, hasta ahora, ha sido siempre
respetado).
Mariano Rajoy emplea en su defensa, con aplausos de la
bancada popular (hay que hacer notar que se debían mas a
contrarrestar las continuas interrupciones de los
socialistas que al refrendo de las propuestas de su líder)
la consabida desgraciada herencia de Zapatero y sus remedios
para subsanarla. Y aquí empleamos de nuevo el parangón
boxístico: utiliza Rajoy golpes de todos los colores. Veamos
si no, por poner unos casos, al
Golpe directo dado a la Racionalización de la Dependencia.
Finta de izquierda anunciando nuevos ajustes de los
Ministerios.
Uppercut por la Reducción de bonificaciones a la
contratación.
Golpe a la contra que es el que produce un efecto de
incremento en la potencia final, al reducir la prestación
por desempleo.
Crochet, golpe natural muy favorable, aplicado a la Renta
Activa de Inserción solo para los que hayan trabajado.
Golpe bajo, sancionado por el reglamento, a la Revisión de
la Jubilación Anticipada y luego vienen varias propuestas a
través de movimientos rápidos y bruscos, lo que en el boxeo
se denominan serie de golpes de izquierda, de derecha,
directos, ganchos, contras, etc. que impresionan y dejan
estupefacto al respetable, como: Tributación Medioambiental
(quien contamina paga), Impuesto sobre el Tabaco, Impuesto
sobre Sociedades (endurecer la recaudación de este
gravamen), reforma del Sector Energético (nos preguntamos si
será para incrementar el importe del recibo mensual),
delimitación de las competencias impropias de Ayuntamientos
y Diputaciones, supresión de la paga de Navidad a los
funcionarios (aparte de la creencia general, la paga extra
de los funcionarios no comprende complementos de destino,
específico, productividad), o sea, que lo que viene a cobrar
de extra un auxiliar en la península no alcanza los 970
euros, reducción de los días de libre disposición de los
funcionarios, ajuste de los liberados sindicales (buen golpe
según se desprende de la ovación de los populares),
equiparación de las condiciones de incapacidad de los
funcionarios con el resto de los trabajadores, supresión de
la deducción por compra de vivienda, reducción del 50 al 60
% de la prestación por desempleo a partir del sexto mes,
fijación del sueldo de los alcaldes, reducción del número de
concejales, revisión de los planes de las Comunidades
Autónomas, reducción de empresas públicas, recorte del 20 %
de subvención a los partidos políticos, sindicatos y
organizaciones empresariales y, para acabar la pugna, golpe
de gracia con el aviso de incremento del I.V.A.
El “combate” que hoy comentamos ha dado poco mas de sí. Al
oponente a quien ostenta el cetro nacional, o sea, al Sr.
Rubalcaba solo le quedaba lamentarse con una crítica no muy
contundente (o asea, golpes al aire por su escaso efecto
contra la integridad del contrario) a los seis meses de
gestión del Partido Popular, señalando que los grandes
errores del gobierno han llevado a España a la situación en
que nos encontramos por su gestión errónea, catastrófica
como son algunos elementos fundamentales provocadores del
rescate bancario y otras medidas equivocadas e injustas
además de hacer recaer el peso de la crisis en las clases
medias trabajadoras. Resumiendo: ejercicio de una política
suicida de reducción del gasto.
A nosotros solo nos queda recordar como la herencia recibida
por Mariano Rajoy se le ha atragantado y que tendrá que
visitar mucho el gimnasio para lograr una puesta en forma
que posibilite la recuperación de los pilares básicos de su
gestión: La confianza de los mercados, la recuperación del
déficit del Estado y, en definitiva, un Estado del Bienestar
que alcance una propuesta de proveer servicios y garantías
sociales a la totalidad de los ciudadanos.
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