“Si no me dan trabajo y me quitan la casa, ¿qué soy, un
indigente?” Se pregunta desesperado Carlos, un vecino del
Poblado de la Sanidad que ayer cumplía 35 noches viviendo
sobre la planta de su antigua casa, un espacio ahora sin
paredes ni techo desde que el 5 de junio pasado Defensa
procediese a su demolición.
Según explica el hombre, el proceso para hacerles abandonar
la casa a él y su esposa, se habría iniciado en 2008. “No
opuse resistencia. Sabíamos que venían por la carta, pero no
nos están dando ninguna alternativa”, lamenta Carlos con la
piel demasiado tostada por un sol de justicia en pleno
julio.
Acaba de cumplir tres años desde que tuvo su último trabajo,
aún así, explica que abonó todos los pagos mientras pudo,
incluidos luz y agua, aunque ahora se han quedado sin
contador de luz porque “se lo han llevado”.
Saída, su mujer, acaba de llegar del médico porque desde que
duerme a la interperie ha empeorado la situación de un
quiste mamario. “Las vecinas son muy amables y me dejan
ducharme y lavarme de vez en cuando, pero claro, no podemos
hacer uso de su agua todos los días”, explica, días después
de haber estado ingresada también con un cuadro de asma. La
pareja ha acudido a la Comandancia del ministerio de
Defensa, propietaria de la parcela donde se levantaba la
casa, para ver si pueden ofrecerles alguna solución, ya que
según explican la vivienda pertenecía al hermano de Carlos,
militar, y anteriormente a su madre.
“Llevo 43 años aquí. Aquí estaba la casa donde nací, aquí
eché los dientes y aquí estudié, lo que pude”, dice Carlos
explicando que su situación es “desmoralizante”.
“¿Qué vamos a hacer en invierno?” se pregunta, diciendo con
amargura “no tengo identidad”.
Los Servicios Sociales de la Ciudad Autónoma les han dicho
lo que a muchos otros en su situación, que busquen un piso
de alquiler, y que cuando lo consigan estudiarán la
posibilidad de proporcionarles una ayuda económica al
alquiler. Pero la pareja no ve esta situación viable, ya que
ambos llevan demasiado tiempo buscando trabajo y ahora
sobreviven con la ayuda para mayores de 45 años, unos 400
euros al mes que Carlos dejará de cobrar el próximo 26 de
septiembre.
El próximo viernes, ambos acudirán a una nueva cita con
Defensa. En ella tienen puestas sus esperanzas ya que dicen
“ya no sabemos a quién acudir”.
|