La agilización de los puestos fronterizos entre Melilla y
Marruecos será uno de los puntos del orden del día de la
próxima reunión de alto nivel entre el reino marroquí y
España, que se celebrará en septiembre y que estará liderada
por los presidentes de los dos países. El ministro del
Interior, Jorge Fernández Díaz, ha dicho en una rueda de
prensa ser consciente de que este problema “preocupa mucho a
las autoridades melillenses”, y por eso ha mostrado su
voluntad de “intentar encauzar una solución desde la
cooperación, la colaboración y la lealtad mutua” entre
España y Marruecos.
La agilización de los puestos fronterizos entre Melilla y
Marruecos será uno de los puntos del orden del día de la
próxima reunión de alto nivel entre el reino marroquí y
España, que se celebrará en septiembre y que estará liderada
por los presidentes de los dos países.
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha dicho en
una rueda de prensa ser consciente de que este problema
“preocupa mucho a las autoridades melillenses”, y por eso ha
mostrado su voluntad de “intentar encauzar una solución
desde la cooperación, la colaboración y la lealtad mutua”
entre España y Marruecos.
Ésta es la razón por la que este asunto se incluirá en el
orden del día de la reunión, que se celebrará en Marruecos
dentro de dos meses, aunque ha anunciado que previamente van
a empezar a trabajar en esta cuestión tanto los responsables
del Ministerio del Interior como sus homólogos marroquíes
para ir a la cumbre “con los deberes hechos”.
El objetivo es que entre los dos países den “el impulso
decisivo para que deje de ser un problema para ser una
cuestión resuelta”, algo que se va a conseguir pese a la
“difícil coyuntura económica que afecta a toda España y de
la que Melilla no es ajena”.
El ministro ha aseverado que la crisis “no es una coartada o
excusa” para que el Gobierno no haga “lo que tiene que
hacer” para solucionar la falta de fluidez en la frontera,
un problema que exige de una cooperación más intensa para
conseguir la “sinergia de esfuerzos”.
Mientras tanto, el ministro ha avanzado que se van a tomar
algunas medidas para evitar las aglomeraciones que se están
produciendo en los pasos fronterizos de Melilla, sobre todo
el de Beni-Enzar, el más importante de los cuatro que hay,
con motivo del crecimiento notable que está registrando el
puerto melillense en la Operación Paso del Estrecho.
Para ello, ha anunciado que se va a adaptar como zona de
aparcamiento el antiguo acuartelamiento de Valenzuela,
situado junto al puesto fronterizo de Beni-Enzar -el más
importante que hay entre Melilla y Marruecos-, para que
puedan esperar los coches que tienen que pasar la frontera.
Fernández Díaz ha dicho que Interior ya sabía que se iba a
producir este incremento de pasajeros desde el inicio de la
Operación Paso del Estrecho por la quiebra de las dos
navieras marroquíes que operaban en el puerto de Beni-Enzar
y la reciente implantación de la línea Melilla-Motril.
Desde el 15 de junio ha aumentado el tráfico en el puerto de
Melilla un 25 por ciento respecto a la Operación Paso del
Estrecho del año pasado, que es la causa por la que se
forman largas colas de espera en las fronteras de la ciudad
autónoma.
Una de las actividades centrales del viaje oficial que el
ministro hizo ayer a Melilla con los directores generales de
la Policía y la Guardia Civil, Ignacio Cosidó y Arsenio
Fernández de Mesa, respectivamente, ha sido precisamente una
visita al puesto fronterizo de Beni-Enzar, en el que ha
conocido de primera mano la realidad de esa infraestructura.
En la rueda de prensa, el presidente de Melilla, Juan José
Imbroda, ha recordado que la saturación de la frontera es un
problema “antiguo e histórico” y ha insistido en que esta
infraestructura “necesita agilidad” por la relación intensa
que hay entre Melilla y Marruecos desde el punto de vista
económico, cultural, social y familiar.
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