Desde cuando el que tiene más o
gana más paga más impuestos? Pues desde el mismo día en que
vio la luz nuestro sistema tributario, así que ninguna
novedad en el panorama. Con la salvedad de que los muy ricos
suelen tener un entramado empresarial que les hace salir lo
mejor parados posible mientras que las clases medias, los
profesionales, las pymes y los autónomos no gozan de esos
entramados y son quienes llevan sobre sus costillas la mayor
carga impositiva.
Con la llegada de los nuevos aires del “cambio” se esperaba
rebajar esa presión fiscal que asfixia a los paganinis de
las clases medias, para permitirles levantar cabeza, pero al
parecer no va a ser así, por lo que resulta interesante
advertir a los actuales universitarios y futuro motor
productivo de España de la conveniencia de aprender idiomas
y perder el miedo a los aviones.
Pero en esta ocasión el análisis se fundamenta en el
tratamiento discriminatorio que van a sufrir en Ceuta los
ciudadanos en lo relativo a las bonificaciones “según en
qué” sector tengan la suerte o la desgracia de vivir,
triunfando así la política del “asistencialismo” que tan
horrorosos resultados dio en su día en países cómo Francia y
consagrando cómo principio fundamental de esta ciudad los
beneficios y privilegios que conlleva el pertenecer a tal o
cual colectivo. De hecho el ejemplo más fácil es constatar
que va a pagar más una jubilada que viva en un piso de renta
antigua en el centro (considerado sector merecedor de
“menos” bonificaciones) que otro ciudadano con capacidad
adquisitiva cómo para construirse una amplia vivienda de dos
plantas en el Príncipe, este último gozará prácticamente del
“gratis total”.
Mal encaminadas van las reformas si siempre resultan
beneficiados los mismos y merecedores de privilegios, trato
deferente y ventajas esos mismos, aunque Coalición Caballas
se encuentre exultante al ver sus reclamaciones satisfechas
por nuestros Gobernantes . No se premia en este lugar cruel
el esfuerzo, la voluntad y el sacrificio del que saca
adelante un negocio o una profesión con el sudor de su
frente, al revés, la moral imperante es “pues vamos a
sacarle lo poco que le quede” y encima se le castiga
privándole de bonificaciones cuando precisamente quienes
trabajan y sacan adelante la Nación deberían tener
bonificada hasta la mierda que cagan, cómo muestra de
gratitud por su esfuerzo.
Buen sorteo del “según donde y presumimos qué” han barajado
los del Gobierno con respecto a las ventajas. De hecho
cualquier persona inteligente en la discriminatoria Ceuta
debería plantearse que va a pagar más si se mete a pagar la
hipoteca de un pisito en un sector C que si levanta un buen
casoplón ilegal de dos pisos y mucho ringorrango en uno de
los sectores considerados cómo “desfavorecidos” ¡Ahí sí que
triunfará! en plan Capitán General con mando en plaza.
Supongo que muchos consideramos que lo recto y lo honrado
sería una declaración institucional en la que se manifestara
que en esta ciudad existen ciudadanos de segunda clase que
son quienes trabajan, tributan y cuentan con los mínimos
beneficios y ciudadanos de primera que trabajan o no
trabajan pero que por pertenecer a según qué colectivo
tienen derecho a sueldos, ayudas, subvenciones,
bonificaciones y pese a los privilegios y en base a ello
tienen derecho a quejarse.
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