Si algunos sistemas democráticos
imperantes, son considerados de los menos malos, apañados
estamos. Desconociendo, si a usted estimado lector, le llega
la misma pestilencia que a mí, porque ni taponándome las
fosas nasales, evito que esa fetidez penetre avinagrándome
las dulzuras. Pero supongo, que en mayor o menor grado
percibirá como hiede políticamente ciertos países. Porque lo
que capto es hedor de las cloacas, zahúrdas y axilas
abandonadas por la higiene a las tres de la tarde, cara al
sol, en pleno agosto con sus quemas de rastrojos.
Si no soporto esa emanación de ciertos lugares del universo,
es porque para destruir a un pueblo, hay que hacerlo
atacando a los pilares fundamentales de la esencia que los
sustentan. Y esa ha sido, presuntamente, la táctica empleada
contra el pueblo español a lo largo de su oscura historia y,
posiblemente también, con ciertos hechos acaecidos en esta
descafeinada e hipócrita democracia.
Por lo tanto, soy consciente de la manifiesta triste
realidad de determinadas practicas políticas mundiales,
porque hasta cualquiera sin ninguna cualificación
ideológica, profesional y cívica; pero dócil y fiel a los
dictados de la ejecutivas correspondientes de cualquier
ideología y dogma, les vale presuntamente para ejercer de
concejal, alcalde, diputados, consejeros, directivos,
ministros...
Consecuentemente, a tenor de la muchas presuntas corruptelas
existentes en la política universal, ciertos vagos llenos de
miserias, accedan a sus cargos mendigando el voto, no para
servir a sus pueblos, sino presuntamente para favorecer a
sus formaciones; haciéndose algunos de ellos ricos en el
menor tiempo posible, con dinero blanco o negro, público o
privado; comportándose como viles escorias rateras de
guantes blancos.
Gentuzas, que se creen señores en sus poltronas, a pesar de
que en determinados casos, actúan autoritariamente
destruyendo sin ninguna cordura, dictando normas y leyes sin
la más mínima intención de beneficiar a sus ciudadanos, al
hacerlo ansiados por bastardos objetivos. Y si además una
parte considerable de la población es cegata, sumisa y
pasiva la manejan como a borregos.
Pero a los que les duele este sangrar, como es mi caso. Si
no se hacen las cosas adecuadamente, lo escribo como lo hago
ahora sin abaje, acorde a la libertad de expresión
reconocida en la Declaración Universal de los Derechos
Humanos.
Pero los obtusos, grisáceos y oscuros políticos a los que me
refiero, de cualquier rincón del planeta, al no aceptar las
críticas por carecer de ética y de dignidad, te tienen en el
punto de mira, haciéndote sentir con sus opresores
tentáculos, estar enrejado lo mismo que los jilgueros en las
jaulas. Encontrándose entre las muchas opresiones que
realiza ese maligno poder los seguimientos, el
confinamiento, la reclusión y el aislamiento de las
libertades de cualquier persona del planeta, que no acepta
las arbitrariedades partidistas, injustas y antidemocráticas
impuestas tiranamente.
En España, su Constitución dice que “todos somos iguales
ante la ley”. Consecuentemente, a raíz de que el PP hiciera
oídos sordos, para que el alarmante caso de Bankia fuera
investigado en el Parlamento. La formación política UPyD de
Rosa Díez, interpuso una querella en los juzgados, contra
los ex responsables de Bankia. Siendo admitida a trámite,
por el juez Fernando Andreu, titular del juzgado cuatro de
la Audiencia Nacional; al considerar haberse cometidos
presuntos delitos y contar, además, con el informe favorable
de la Fiscalía Anticorrupción.
Por ello, hay que tenerlos muy bien puestos y fundamentados
en derecho, para imputar nada más y nada menos que a 33 ex
consejeros de Bankia, entre ellos, los súper ex ministros
del PP Rodríguez Rato y Ángel Aceves, así como, a otros
miembros afines al PP, PSOE, IU, CCOO y CEOE, etc. Debiendo
declarar también como testigo en este caso de Bankia, el por
entonces Gobernador del Banco de España, Miguel Ángel
Fernández Ordóñez.
Demostrando sobradamente este concreto consejo de
administración de Bankia, que los tentáculos de la política,
de la patronal y del sindicalismo español…, han estado
incrustados en el capitalismo puro y duro gestionando los
dineros de Bankia...
Deseándole, para terminar, mucha suerte al juez Andreu por
su profesionalidad, moral, ética y valentía. Pero, es
posible, que al menor descuido le pasen facturas, como
presuntamente se la pasaron a Baltasar Garzón, o como los
servicios secretos del régimen de Franco, se las pasaron
ignominiosamente a García Lorca, Machado y a Miguel
Hernández por defender, a igual que yo, nuestros ideales a
través de la palabra, de la cultura y de las artes.
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