Que nuestro sistema educativo no
funciona está más que demostrado. Tengo mis dudas sobre si
existe algún responsable sobre la evolución y estado actual
que muestre su satisfacción. El informe PISA da buena prueba
de ello.
Ahora, con el advenimiento del nuevo Ministro que, en
principio, informó sobre la no modificación de la actual Ley
(LOE, Ley Orgánica de educación, promulgada en 2006, con el
Sr. Zapatero) parece que sí cambiará con una nueva Ley
Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa, que
agrupando las iniciales resultará la LOMCE.
El Sr. Ministro considera “un logro de las últimas décadas
la universalización de la Educación”, pero denuncia “las
pobres calificaciones obtenidas por nuestros alumnos en las
pruebas de evaluación internacionales (PISA), las elevadas
tasas de fracaso escolar y abandono escolar temprano y el
reducido número de estudiantes que alcanza la excelencia.
Por lo tanto, ante esta situación y, basándose en el
principio de igualdad de oportunidades y de que todo ser
humano posee talento y puede y debe encontrar su sitio en la
sociedad, se introducen los cambios.
Como primera medida se propone “reducir el número de
materias y vías y aumentar la carga lectiva de las
asignaturas instrumentales”, tanto en la ESO como en
Bachillerato, es decir, habrá un 25% más de Matemáticas y
Ciencias, Lengua e Idiomas, (por supuesto Inglés). A partir
de 2º de la ESO se introducirán programas de mejoras de
aprendizaje del rendimiento y cualificación profesional. “Se
adelantará a 3º de la ESO la elección de itinerarios a
través de la elección de materias”. Y, finalmente, se
convertirá cuarto de la ESO en “un curso de iniciación con
dos caminos bien diferenciados: hacia el Bachillerato y
hacia la Formación Profesional.”
En el capítulo de evaluaciones, se realizará las que se
considerarán como “externas” al final de cada etapa, que
serán diseñadas por “el gobierno en la parte de enseñanzas
mínimas y por las Autonomías en la parte restante”. Y se
facilitará el acceso de la FP de Grado Medio y la FP de
Grado Superior.
Pero, ¿qué significa todo lo expuesto anteriormente? En
síntesis: introducción de tres exámenes a escala nacional
para pasar de Primaria a la ESO, de ésta al Bachillerato y,
al final, del Bachillerato a la Universidad. Se podrá
repetir 6º de Primaria, por ejemplo, si no se aprueba el
examen al final de esta etapa. Y sólo se podrá superar un
curso académico con dos materias suspendidas (no con tres o
más, como en la actualidad).
A propósito para obtener el Título de Bachiller, habrá que
aprobar la prueba “ad hoc” de “reválida”. La nota final será
una media en la que el peso del 60% se lo llevará el
expediente y el 40% restante la nota propiamente del examen.
Y, además, cada Universidad podrá establecer las pruebas de
acceso que crea pertinentes.
La estrategia del Ministerio es empezar, lo antes posible un
período de diálogo con los partidos políticos y con todos
los sectores implicados, teniendo muy en cuenta que, aunque
el Ministerio está abierto a propuestas y mejoras siempre
que no “descuadren” el planteamiento inicial que pretende
superar enfrentamientos ideológicos y centrarse en esquemas
de mejoras de resultados.
Como viene siendo habitual, el proceso de consultas
desembocará en un borrador que pasará al Congreso de los
Diputados, antes de finales de año. Por lo tanto, ya para el
curso 2013-2014 entrará en vigor la Ley Orgánica para la
Mejora de la Calidad Educativa, la LOMCE ¿Será así?, que
como suele ocurrir en textos de este calado, la Nueva Ley
adquirirá pleno desarrollo en los tres cursos siguientes,
(que si el PP no consigue renovar su éxito que le ha llevado
a ganar las elecciones, volveremos a plantearnos a recuperar
la LOGSE, LOE….Leyes del PSOE). Y por muchas vueltas que le
demos esto será así, por lo que nunca llegaremos a conseguir
la estabilidad educativa de muchos países, cuyos éxitos
están fuera de toda duda: Finlandia, Corea del Sur…..
En síntesis, los cambios irían en esta dirección: A) Cultura
de la evaluación: Desaparece la Selectividad como tal, pero
habrá tres exámenes de final de ciclo que habrá que superar
si se sigue la vía académica: al final de Primaria, la ESO y
el Bachillerato. Además, las Universidades podrán introducir
pruebas especiales de acceso. B) Facilitar itinerarios: El
Ministerio pretende que la elección, sin ser coercitiva, se
adecue a las capacidades del alumno, que ya, a partir de 2º
de la ESO puede tener “programas de mejora del aprendizaje y
el rendimiento”, así como de cualificación profesional. Las
“pasarelas” no cerrarán caminos. C) El Ministerio exigirá a
los estudiantes, profesores y Colegios la rendición de
cuentas e incentivará el esfuerzo. El Sistema de Evaluación
externas, censales y consistentes en el tiempo creará
“transparencia” sobre la calidad de cada centro. D) Volver a
las materias claves: Comprensión lectora, Matemáticas e
Idiomas, van a ganar un 25% más de peso con la reforma,
carga que perderán las optativas descafeinadas. Esto será
compatible con promover la especialización y mayor autonomía
en la gestión de los centros y de ese modo impulsar la
calidad….
Y como cierre: recordar, una vez más que después de la Ley
del 70 (Educación General Básica), hemos “disfrutado” de
otras Leyes: LOGSE, LOCE, LOE… en un tiempo de algo más
cuarenta años. ¡Bienvenida la LOMCE (?), que antes de nacer,
ya ha sembrado el consiguiente descontento.
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