La última promoción de diplomados en Enfermería por la UGR
en Ceuta clausuró ayer el curso en un acto ceremonial en el
que estuvieron acompañados por los primeros titulados en
esta profesión hace tres décadas. Todos ellos rindieron
asimismo homenaje a la alumna de la facultad asesinada este
curso, Laura Gutiérrez Martín.
Han pasado más de treinta años desde que un grupo de jóvenes
ceutíes comenzaron a estudiar Enfermería en la ciudad
autónoma. Algo más de una veintena de ellos obtuvo su
titulación en 1982, y han tenido que pasar tres décadas para
que finalmente ayer, quince de ellos recibieran los honores
de un evento de graduación como el que ayer tuvo lugar en el
Auditorio de la Marina, ante la atenta mirada de sus amigos,
familiares, y el rector magnífico de la Universidad de
Granada, Francisco González Lodeiro, desplazado a la ciudad
autónoma para tal celebración. Y es que lo que anoche se
celebraba en el auditorio no era solo su graduación, sino
también la de la última promoción de Enfermeros diplomados
por la UGR mediante la Facultad de Ciencias de la Salud en
Ceuta. Los últimos diplomados, un total de 143 jóvenes
recibieron así la imposición de bandas junto a 15 compañeros
de estudios que les precedieron en el tiempo, y que no
habían tenido la oportunidad de disfrutar de un acto así
“porque antes no se hacían estas cosas”, explicaba la
secretaria de la Facultad, Beatriz Aranda.
Con este homenaje compartido se quiso así poner punto y
final a un título que ahora desaparece para convertirse en
un grado dentro del Plan Bolonia, y que en un futuro no muy
lejano se espera pueda seguir creciendo en el nuevo Campus
Universitario de Ceuta.
Título póstumo a Laura
El momento más emotivo de la ceremonia tuvo lugar cuando se
hizo entrega del diploma en Enfermería a título póstumo y
honorífico a Laura Gutiérrez Martín, alumna de la facultad
tristemente asesinada durante este curso escolar, a quien
únicamente le quedaba una asignatura para terminar sus
estudios, una materia que además, tenía aprobada. Su
hermana, Carmen María Gutiérrez, contuvo la emoción al
mencionar el esfuerzo y dedicación a la carrera de su
hermana, generando sentidos aplausos de apoyo entre los
asistentes. “Mi hermana era buena, atenta, tolerante-
recordó- ella no pudo disfrutar del título que ahora se le
otorga, por eso os felicito a todos y os animo a desarrollar
la carrera de manera virtuosa”.
Aula Margarita Sainz de Aja
Los diplomados de primera y última promoción no fueron los
únicos homenajeados anoche. Unas horas antes del acto
central en el Auditorio de la Marina, se recordó la figura
de Margarita Sainz de Aja Machuca, directora de la antigua
Escuela Universitaria de Enfermería de Cruz Roja de Ceuta
durante años y auténtica precursora de la integración de la
Escuela en la UGR. ‘Marga’, tal y como se le conocía
popularmente, “asumió el proyecto universitario que tenemos
hoy con todas las consecuencias y despejó el camino de la
integración” con cualidades como “entrega, lealtad y
compromiso”, dijeron sus compañeros, acompañados por el
rector de la UGR en el salón de actos de las Murallas
Reales. Así, aunque sea una “pobre compensación”, a partir
de ahora el salón de grado de la facultad llevará su nombre
“para que los futuros alumnos sepan quien era”.
Ese futuro empieza por Bolonia y continúa en el Campus
Universitario, la nueva página de la historia de Enfermería
en al ciudad, aún por escribir.
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